Una sesión dental sin inyecciones de anestesia ni “taladros” es el objetivo de investigadores quienes desarrollan nuevas tecnologías para mejorar las necesarias sesiones con el odontólogo.
Científicos de la Universidad de Búfalo (Estados Unidos) investigan una anestesia que se inhala y “adormece” los nervios de los dientes superiores.
Si sus estudios tienen éxito, los dentistas no ocuparían de jeringas para inyectar anestesia cuando realicen algún tratamiento en esa área de la boca.
Actualmente, los odontólogos emplean anestesias muy seguras y con muy pocos efectos secundarios en los pacientes.
Una forma muy común de aplicar la anestesia es inyectarla en la región de la boca donde trabajan, así logran “adormecer” los nervios de los dientes y evitar el dolor (uso de anestesia local).
Esta práctica resulta molesta para algunos pacientes temerosos de las agujas.
“Las anestesias actuales son muy seguras, no provocan alergias y si se usa la técnica adecuada el paciente no siente ningún dolor”, comentó Simón Flikier.
El odontólogo costarricense agregó que una eventual anestesia inhalada aportaría un beneficio “a la comodidad del paciente”.
Bajo pruebas. Los estudios con ese producto están en fase experimental en un pequeño grupo de pacientes y restan aún estudios en una población más amplia.
Los científicos tomaron un anestésico que se usa para aliviar el dolor en procedimientos en la parte externa de la nariz.
La sustancia se probó en 85 pacientes quienes reportaron un “entumecimiento” en los nervios de los dientes superiores.
“Estamos tratando de determinar cuáles serían las dosis óptimas para este aerosol, como agente anestésico”, dijo Sebastian Ciancio, autor principal del trabajo en la página en línea de la universidad.
Los investigadores también prueban una máquina de ozono para tratar caries incipientes (caries muy pequeñas), sin necesidad de perforar las piezas.
Sin “taladros”. Esta tecnología se emplea en consultorios de Europa, pero aún no recibe el aval de las autoridades de salud de Estados Unidos para su uso en ese país.
El estudio de la Universidad de Búfalo busca reunir más evidencia sobre la eficacia y seguridad de esa técnica llamada HealOzone.
En lugar de perforar la pieza para tratar una pequeña caries, el especialista coloca un pequeño dispositivo sobre la pieza dañada, la sobre la cual lanza ozono.
El ozono mata un 99,9% de las bacterias que provocan las caries, el paciente emplea luego en su casa una pasta dental y un enjuague bucal especial que consolida la estructura debilitada del diente.
Esto elimina en gran parte de los casos la necesidad de perforar dental para aplicar una calza.
Este estudio se realizará en 125 voluntarios durante 18 meses.
Luego de este tiempo, se espera reunir suficiente evidencia para que las autoridades de salud avalen la máquina en EE. UU.
Flikier comentó que esta tecnología tiene suficiente evidencia de su seguridad y eficacia en Europa, por lo que valora su introducción en el país para ofrecer esta opción en la oferta privada.