Los costarricenses Diana Mena y Esteban Montero fueron parte de la brigada de veterinarios que rescataron y atendieron animales afectados por los incendios en Chile.
Ella es asistente de programas de la asociación Humane Society International (HSI) Latinoamérica, organización de bienestar animal, mientras que él es veterinario del Hospital de Especies Mayores y Menores de la Universidad Nacional (UNA). Ambos trabajaron junto con profesionales de Chile, Colombia, México y Estados Unidos.
Los incendios en el país suramericano comenzaron a inicios de febrero, dejando graves consecuencias. Hubo más de 99 muertos en 34 incendios en zonas como Valparaíso, Metropolitana y O’Higgins, así como en el sur, en sitios como Maule, La Araucanía y Los Lagos.
“Nuestro trabajo consistía en ver cómo estaba la situación, valorar los recursos que se tenían, los que se necesitaban y el apoyo que era necesario”, expresó Mena, quien permaneció en Chile del 10 al 19 de febrero.
Aunque no es veterinaria sino socióloga y maestra de preescolar, su amor por los animales y la experiencia en logística le permitieron hacer diagnósticos y coordinar los esfuerzos para atender a los animales que iban llegando, además de coordinar los trasladados a un hospital veterinario más especializado.
Según dijo, a su llegada ya había trabajo avanzado porque Daniela Sánchez, directora de HSI en Chile, se había encargado de hablar con el municipio para determinar las principales necesidades.
Por su parte, Montero trabajó en el hospital veterinario temporal en Viña del Mar, Valparaíso, lo que implicó atención de especies con quemaduras, dificultades respiratorias por la inhalación de humo y ojos infectados por la caída de ceniza y escombro.
Los animales también presentaban deshidratación y desnutrición, ya que pasaron días valiéndose por sí mismos, pues el incendio separó a muchos de ellos de sus hogares y no tenían fuentes de alimentación.
En cuestión de días se atendieron 150 casos, según datos de HSI.
Aunque los costarricenses se concentraron principalmente en el centro que atendía animales domésticos (como perros, gatos o conejos), también había otro que se levantó en una escuela de equinoterapia. Allí se prestaba atención a caballos, vacas y cerdos, entre otros animales.
“Estos animales también estaban sumamente afectados. Se les brindó una mano también. Y se les explicó a los dueños cómo curar heridas”, expresó Diana Mena.
Más allá del hospital
El equipo del que la tica formó parte también se encargó de distribuir alimentos, agua y suministros veterinarios. Además, administraban los donativos que realizaban los vecinos, incluidos juguetes para perros y gatos.
Sin embargo, gran parte de sus funciones iban destinadas a quienes habían perdido a su mascota. Durante los nueve días que Diana estuvo en Valparaíso, decenas de familias llegaron al hospital en busca de mascotas que se habían perdido durante la emergencia.
“En Chile es obligatorio que las mascotas tengan un microchip de identificación. Entonces, cuando íbamos a las calles, llevábamos un lector de microchips. Si veíamos un animal que calzara con una descripción que una familia nos diera, verificábamos si se trataba de ese animalito. Reunificamos varias veces y eso fue lindo”, expresó la costarricense.
Ese trabajo de campo ocupó buena parte de su tiempo: encontrar animales perdidos, llevar comida y agua a las mascotas, así como coordinar la llegada de veterinarios a domicilio en los casos en los que no fuera posible trasladar a las especies afectadas. También se les explicaba a las familias cómo cuidar y sanar las heridas o dar medicamentos.
También se atendió y dio refugio a animales de la calle, que no tenían quién respondiera por ellos.
Diana Mena rescató además el trabajo voluntario de muchos vecinos que ayudaron en labores como pasear perros, para lo cual los funcionarios de HSI les explicaban cómo hacerlo teniendo en consideración el tipo de lesiones o enfermedades de las cuales se recuperaban.
Ayuda para emergencias
Esta no es la primera participación de la nacional este tipo de iniciativas. El año pasado, ella fue una de las cuatro ticas que viajaron a Turquía para rescatar animales afectados por los terremotos.
Para Felipe Márquez, gerente del programa de respuesta a desastres de HSI Latinoamérica, hay una necesidad cada vez mayor de preparación para emergencias relacionadas con el cambio climático, como los incendios forestales, que cada vez son más frecuentes e intensos.