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Los vecinos de barrio Nuevo, en Ciudad Neily, reportaron el envenenamiento de 16 perros y seis gatos entre el lunes y martes de esta semana, hecho que tiene en alerta al Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa).
Las autoridades de esa localidad están investigando el caso, para determinar qué tipo de sustancia utilizaron para matar a los animales.
"No hay más animales enfermos, por lo cual es probable que utilizaran algún tipo de veneno para matarlos. Lamentablemente esto se está dando en Costa Rica", manifestó Roberto Carranza, director de Senasa en la región brunca.
Esta situación se une al envenenamiento de 17 perros en Agua Caliente de Cartago, hecho que ocurrió hace 15 días.
Para Carranza, ese tipo de acontecimientos se dan por la unión de dos factores: la mala intención de algunas personas y el descuido de los dueños de perros y gatos cuando estos salen de casa.
Según el funcionario, en la zona impulsarán una campaña sobre la tenencia responsable de animales, con el fin de educar a la población.
"La idea es que las personas cuiden a las mascotas y no las dejen salir solas, si bien no se pueden justificar estas acciones, entre más cuidado se les dé, menos riesgos corren", agregó Carranza.
José Luis Rojas, encargado del Programa Nacional de Residuos de Senasa, coincidió en que la responsabilidad de las personas es vital ante estos escenarios.
Investigación. Tras la investigación hecha tanto por Senasa como por el Centro de Investigación en Contaminación Ambiental de la Universidad de Costa Rica (UCR) se determinó que los perros envenenados en Cartago consumieron carbofurán, una sustancia tóxica que se utiliza para combatir las plagas de insectos en los productos agrícolas.
"Las intoxicaciones en animales productivos o mascotas se pueden dar por descuidos, accidentes o de forma ilícita, cuando personas inescrupulosas preparan cebos introduciendo altas concentraciones de este insecticida u otro tipo de insecticida dentro de la carnada", detalló Rojas.
Los especialistas recomiendan que en caso de envenenamiento el animal se lleve al veterinario para que sean ellos quienes definan las acciones a seguir, debido a que en ocasiones darles leche o aceite puede afectarlos más.
Carranza dijo que cuando un animal es envenenado tiene ojos desorbitados, diarrea, intentos de vómito y en ocasiones babean mucho. Colaboró el corresponsal Alfonso Quesada
