Las hormigas marabuntas o guerreras no construyen hormigueros. En su lugar, ellas arman un nido con sus propios cuerpos. Para ello, se cuelgan de ramas en cadenas interconectadas. Dentro del nido hay pasajes y cámaras en los que protegen a su reina y alimentan a sus crías.
Esta formación inusual hizo que el fotógrafo estadounidense-alemán Daniel Kronauer ganara el premio Wildlife Photographer ot the year 2019 (Fotógrafo de Vida Silvestre del año) en la categoría de comportamiento animal de invertebrados. Este concurso es realizado todos los años por el Museo de Historia Natural en Londres, Inglaterra.
Por si fuera poco, esta fotografía fue tomada en Costa Rica. La Estación Biológica La Selva, en Puerto Viejo de Sarapiquí, fue el lugar perfecto para que el artista captara la imagen.
Según contó Kronauer a la prensa internacional, al anochecer, él siguió la colonia de hormigas nómadas del ejército mientras se movía. Las siguió cerca de 400 metros. Las vio llegar donde ya había una gran cantidad de compañeras trabajando.
Allí, observó cómo estos insectos usaban sus cuerpos para construir un nuevo nido diurno con el fin de albergar a la reina y a las larvas. Puso la cámara en el suelo y disparó.
El resultado, a su criterio, asemeja una corona para cuidar a la reina que fue previamente coronada.
Como ganador de categoría, Kronauer recibió 1.250 libras esterlinas (unos ₡ 950.000) y el viaje a Londres para asistir a la ceremonia de premiación.