
Cuatro familias vecinas de la isla denominada Islita en Puntarenas comienzan a ver el desarrollo de un proyecto que iniciaron desde hace tres meses para repoblar el manglar.
Con la siembra de arbolitos de mangle y limpiando el estero es como estas familias esperan verlo esplendoroso y verde al tratar de quitar esos huecos o bancos de arena por la vía de la reforestación.
La familia Peralta Pérez conformada por un matrimonio y sus tres hijos, sin pensarlo dos veces decidieron meterse al estero y manglar.

Luis Peralta sale cada mañana con su lanchita a internarse en el manglar para buscar la semilla que usará para hacer huertas y luego sembrarlas en las partes donde se ha destruido. Cada día recoge unas 200 semillas.
“Este estero es nuestro vecino y es una lástima que su belleza se esté deteriorando o que los mismos humanos lo destruyan. Yo viajo al puerto de Puntarenas en mi lancha y desde la orilla se ven sectores del manglar muy pelones, solo los bancos de arena se notan. Eso es lo que queremos rescatar, que lo que se ve arenoso se vea pero con ramas y matas de mangle, donde las aves puedan llegar", dijo Peralta.
La islita es una porción de tierra donde viven 25 familias y para poder llegar a esa pequeña comunidad se necesita una panga o lancha. Se tardan unos 20 minutos desde la punta del puerto. Por ahora solo cuatro familias se unen a la siembra de mangle.
El estero es uno de los puntos más importantes para cientos de lugareños ya que de él se extraen moluscos tales como chuchecas, almejas, pianguas, mejillón y chora, utilizados en los platillos de los restaurantes.
“Para nosotros los que vivimos de la venta de moluscos es muy importante que el manglar se mantenga esplendoroso y muy tupido", dijo Paulina Pérez.
Se está sembrando una hectárea y media del estero, utilizando la misma semilla que el estero produce. La semilla tiene que tener 30 centímetros y solo cuatro centímetros es lo que se entierra en la arena (la parte café), porque si se entierra más podría ahogarse. Un total de 5.700 semillas se han sembrado hasta el momento en esos sectores.
En la parte interna del golfo de Nicoya, en isla Chira, un grupo de mujeres dedicadas a la pesca desarrolló un importante proyecto de reforestación de bosques de mangle. Ellas también son concientes de la importancia de estos bosques para el desarrollo de especies que les generan su sustento.
Ello acontece mientras al otro extremo, en el litoral de Puntarenas, el Sistema Nacional de Áreas de Consevación denuncia que gran parte del manglar se destruyó para cultivos de maíz y caña.
(Colaboró Hugo Solano)