Es común entre nuestros clientes que al abordar asuntos patrimoniales surja siempre el aspecto sucesorio. Es un tema que, por su naturaleza, puede ser difícil de abordar y que inconscientemente tratamos de evitar, pero el no tomar medidas a tiempo puede acarrear más problemas que soluciones. Eventos tan diferentes como la pandemia del COVID, la muerte de una persona cercana, un viaje, o simplemente el llegar a cierta edad, nos hacen meditar sobre nuestra mortalidad y las posibles consecuencias en la transferencia intergeneracional.
Esto va más allá de la simple división de los activos. Si el único activo fuera dinero, sería relativamente fácil la repartición, pero si existen otros activos como inmuebles, fincas, empresas, entre otros, definitivamente será más complicado.
Conflictos entre las siguientes generaciones son historias comunes. Representan dificultades que se van acrecentando mientras más personas forman parte de la ecuación. La planificación y la convivencia generacional deben ser un proceso continuo y, además, iniciado a tiempo, cuando los patriarcas están en pleno uso de sus facultades y lo pueden hacer en forma ordenada. Es el interés de todos preservar los legados; que en lugar de problemas se generen soluciones y evitar lo que ha pasado en incontables ocasiones, donde puede acabar en el desvanecimiento del capital o en divisiones familiares irreconciliables.
En Mercado de Valores contamos con equipos de expertos especializados en este tema y herramientas que permiten ir trabajando en este proceso: ayudando a prever posibles conflictos, tomando en cuenta aspectos de las siguientes generaciones tales como diferencias de intereses, objetivos, ciclos de vida, capacidad, preparación, diversidad de caracteres, entre otros. No tenemos control sobre el futuro, pero al tomar en consideración factores como estos, podríamos mitigar consecuencias no deseadas. El definir roles de cada uno de los miembros de la familia y espacios para dialogar y tratar diferentes temas se vuelve una necesidad. Es un proceso mucho más amplio que contempla aspectos más allá de la división de bienes, como lo haría un testamento.
En nuestro modelo de asesoría 360 venimos acompañando a las familias en este proceso. Hemos desarrollado un espacio de formación donde las familias comparten sus experiencias, problemas y soluciones en este tema. En este tiempo vemos que los problemas y dudas que enfrentan todas son comunes en una u otra medida.
Con la guía de especialistas en diferentes ramas podemos realizar un diagnóstico de la situación familiar y ayudarlos a buscar la solución acorde a sus necesidades, las mismas son variadas y únicas para cada núcleo familiar. La continuidad de una empresa, la preparación de los herederos —ya sea para participar en la administración o prepararlos para su futuro papel como accionistas y dueños—, el cuidado de personas con necesidades especiales, la protección, el mantenimiento o posible venta de activos son algunos de los muchos temas a analizar.
Existen instrumentos para lograr estos objetivos. Sabemos que el patrimonio familiar va más allá de solo los activos financieros. Preservar un legado y pensar en las generaciones futuras es un acto de amor, de consideración hacia nuestros seres queridos donde buscamos el fin último que es el bienestar, la unión y armonía familiar.