Polanco, de 55 años, se fue del gobierno en una situación confusa, pues hoy en La Nación afirma que la presidenta Laura Chinchilla y el ministro Ferraro le pidieron la renuncia, pero, en la misma publicación, Ferraro afirma que Polanco presentó la renuncia y el la acogió a sabiendas de que seguiría colaborando desde otro puesto (asesor en el Instituto Latinoamericano para la Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente -Ilanud-).
“Si albergaba esas dudas hizo bien en renunciar, lo que hizo mal fue aceptar ser viceministro. Este no es un asunto de estrellas solitarias, hay que trabajar en equipo”.
Reiteró que Polanco conocía todo el proceso del prestamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como para que ahora venga a decir que es insuficiente.
Una de las discrrepancias de Polanco es la poca inversión en rehabilitación y que se trabaje solo con represión.
El jerarca de Justicia criticó que no es nuevo lo que afirma Polanco y que desde el 2009, con los Tribunales de Flagrancia, se disparó la población penal y surgió la fase más crítica en las cárceles.
Negó que se haya dejado de lado el aspecto de rehabilitación y por ello el sistema de cárceles aquí “no explota como en otros países del entorno”.
Dentro de un año comienzan las obras para alojar a 2.700 internos y, según el ministro Ferraro, habrá talleres de trabajo y no solo alojamiento.
Reconoció que Polanco hizo un gran trabajo, pero “si llegó a un punto en que ve errores y deficiencias, es lógico que renuncie”.
Insistió en que fue Polanco el que le presentó la renuncia.