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Michael Deaver (izq.) acompaña al presidente Ronald Reagan en las afueras de la Casa Blanca, el 30 de agosto de 1984. | AP (Barry Thumma)
Washington. EFE. Michael Deaver, uno de los asesores más cercanos al presidente Ronald Reagan (1981-1989), falleció el sábado a los 69 años por causa de un cáncer de páncreas, según un comunicado divulgado por la familia.
El principal coreógrafo de las apariciones públicas de Reagan se hizo famoso por proteger y mejorar la imagen del mandatario estadounidense, al elegir los mejores ángulos y los escenarios más idóneos para sus comparecencias.
“Siempre digo que lo único que hice fue iluminarlo bien”, dijo Deaver en el 2001 en una entrevista con el rotativo californiano Los Ángeles Times .
“Mi trabajo consistía en rellenar el espacio alrededor de la cabeza (de Reagan)”, señaló Deaver. Insistió en que él no había fabricado al Presidente, sino al revés.
“Reagan me convirtió en lo que soy”, destacó entonces.
Su arte para crear y proteger imágenes no impidió que la suya sufriese un fuerte tropiezo en 1987, cuando fue condenado por tres de los cinco cargos por perjurio que recaían sobre él relacionados con sus declaraciones ante un subcomité del Congreso y un jurado sobre sus actividades de cabildeo.
Deaver culpó al alcoholismo de sus fallos de memoria y su mal juicio, lo que no impidió que fuese sentenciado a tres años de libertad condicional y el pago de una multa de 100.000 dólares, así como a 1.500 horas de servicio público.
Epílogo. Sus familiares dijeron que luchó contra el cáncer con “el coraje, la elegancia y el buen espíritu que marcaron su vida”.
“Al final fue un hombre que no solo amó la vida, sino que supo vivirla día a día”, aseguraron.
Deaver tenía experiencia en relaciones públicas cuando se convirtió en subjefe de gabinete de la Casa Blanca, cargo que desempeñó entre 1981 y 1985.
Él y los otros dos altos asesores de la residencia oficial por aquel entonces, Edwin Meese III y James Baker III, eran conocidos como “la troika” y fueron, según coinciden los expertos, los que manejaron la presidencia de Reagan.
Deaver se encargó fundamentalmente de la imagen de Reagan y no tanto de sus políticas.
Fue también responsable de la agenda del gobernante republicano y su seguridad.
Su principal talento consistió en “lograr buenas imágenes, ya fuera en eventos televisados u otras escenas, que dejasen en la mente de la gente una poderosa y simbólica imagen” del Presidente, según destaca en sus memorias la exprimera dama Nancy Reagan.
Deja dos hijos y esposa.