La cosecha cañera nacional del período 2010-2011 cayó en un 15% respecto a la del año 2009-2010, como consecuencia del impacto del fenómeno climático La Niña y del ataque de ratas en las plantaciones.
Las cifras se divulgaron en el XVIII congreso azucarero nacional, organizado por la Asociación de Técnicos Azucareros de Costa Rica (Atacori).
De acuerdo con el informe presentado en esa actividad por el especialista Marcos Chaves, Costa Rica cosechó 3,92 millones de toneladas de caña de azúcar en el período agrícola 2009-2010.
La cifra bajó a 3,32 millones de toneladas en el período agrícola siguiente, dijo Chaves, jerarca de la Dirección de Investigación en Caña de Azúcar (Dieca), brazo en ese campo y asistencia técnica de la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (Laica).
El rendimiento en azúcar (caña ya procesada) se vio disminuido, aunque en menor grado. El impacto en este caso merma por un mejor rendimiento en la concentración de sacarosa o relación de kilos de azúcar por tonelada de caña.
Según Chaves, en la cosecha 2009-2010 se lograron 99,5 kilos por tonelada, mientras en el 2010-2011 se subió a un rendimiento de 106,93 kilos por tonelada.
Así, el volumen de azúcar bajó de 7,8 millones de bultos de 50 kilos a 7,1 millones unidades de ese peso, al comparar los dos períodos.
Chaves explicó que la mayor caída de producción se presentó en esas dos regiones, mientras en el Caribe, por el contrario, subió pero no en niveles para compensar la merma de las otras zonas.
El informe no ofreció cifras específicas por región ni fue posible obtenerlos con Laica.
A esa condición climática se unió un fuerte ataque de ratas, en particular en el Pacífico central.
Los roedores también causaron grandes pérdidas a los cañeros.
Chaves rescató una parte positiva de esta situación.
Se trata del interés general del sector y de entes financieros con programas para lograr un repunte de la producción.
La edad de los cañales es otro de los problemas apuntados. Hay cañales en producción de más de 30 años, cuando lo ideal es que cada cinco o seis ciclos comerciales (cosechas) sean renovados, advirtió el informe de Dieca.
Por eso, Laica y el Banco Nacional firmaron un convenio para ofrecer créditos en condiciones más favorables que los comunes con el objetivo de promover la renovación de las plantaciones.
Esto se une a otros esfuerzos que ya realiza el Banco Popular en partes del país como Turrialba, San Carlos y el Valle Central.