“Para mí fue un renacer”, dice Natalia Carvajal, Miss Costa Rica 2018, sobre este nuevo capítulo en su vida, que la ha llevado a instalarse en México mientras estudia y se prepara como actriz y escritora.
Carvajal fue aceptada en el Centro de Formación Artística (CEA) de Televisa a finales del 2021 para estudiar actuación, un sueño que tenía desde que era adolescente, pero que pospuso por muchos años.
Su 2022 lo vivió entre clases de ocho horas diarias, de lunes a sábado. Sin embargo, no se arrepiente; al contrario, está segura de que todo ha valido la pena. Allí aprendió a descubrir sus facetas artísticas y el camino que quiere seguir de ahora en adelante.
A finales del año anterior, finalmente se graduó como actriz del CEA, al mismo tiempo en que escribió, dirigió y protagonizó un cortometraje que la llevó a ganarse un taller como escritora en la prestigiosa escuela mexicana. Este es otro de sus sueños y en el que quiere enfocarse por el momento.
Oportunidades no le han faltado; de hecho, grabó un par de capítulos de un programa especial (unitario) de Televisa y ha tenido algunas reuniones con varios productores para trabajar en algunos proyectos futuros a partir de medio año.
En entrevista con La Nación, Natalia habló acerca de esta nueva etapa en su vida, que le ha permitido replantearse sueños y convertirse en una persona completamente diferente.
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—¿En qué momento llegó la oportunidad para estudiar actuación en México?
—Para mí fue como un renacer. Amo la televisión y disfruté mucho el trabajo que hice en televisión nacional, pero siento que había muchas partes de mí que todavía no había podido explorar y una de esas era la parte artística, todo lo que eso conlleva y lo que me permite expresar. Entonces, sinceramente, me cambió la vida por completo.
“Me hizo también poner en perspectiva muchísimas cosas. En esta etapa de mi vida todo lo que estoy haciendo, lo estoy haciendo con mucha motivación para expresar todo lo que tengo por dentro y explorar esas cosas que no he explorado antes. Este es un mundo muy diferente al de la televisión normal: es mucho más profundo y me permite sacar ese lado que siempre he tenido por ahí, pero que tal vez me daba miedo de mostrar. Eso me mantiene muy ilusionada.
“No sé, creo que no hay nada más lindo que hacer algo por el deseo de transmitir lo que tenemos por dentro; y, en ese sentido, ha sido muy especial para mí”.
—¿Cómo fue el proceso de estudiar actuación de lleno y cumplir esa meta que tenía pendiente?
—En realidad, el curso fue muy duro. Estábamos haciendo ocho horas de lunes a viernes y, a veces, sábados. Y sí es una carga bien pesada, pero también aprendí mucho de eso. Hubo un momento donde sentí que tal vez era demasiado, pero igual logré hacer las cosas como tenía que hacerlas y sí requirió que me entregara por completo, dejar de trabajar y de meterle tiempo a las redes sociales; o sea, todo lo demás pasó a un plano secundario y sí, fue muy retador en algunos momentos.
“Sin embargo, ahora, que vuelvo a ver atrás, creo que ese es el verdadero secreto, pues para aprender un arte hay que llevarlo a ese límite y quitarnos el miedo, perder el miedo de intentar algo completamente nuevo y dejar de pensar en qué puede pasar, o si lo estoy haciendo bien o mal, porque cuando ya estás en una situación así, de alto nivel de estrés, lo haces o lo haces y punto. Eso es una de las cosas lindas que tiene el CEA, que nos da esa oportunidad de crecer no solo como actores, sino también como seres humanos.
“Entonces, puedo decir que estudiar actuación fue una experiencia hermosísima. Fue algo que siempre quise hacer y que, por cuestiones de trabajo y de la vida, lo pospuse por muchos años. También porque la industria en Costa Rica, específicamente para los actores, es un poquito complicada, entonces no me había dado esa oportunidad. Solo el hecho de ir y empezar algo completamente nuevo y aprender tantas cosas, fue algo que me cambió la vida y lo disfruté muchísimo.
“Y bueno, me gradué en diciembre y ahora estoy en la etapa de participar en audiciones, de ir a conocer a los productores, de empezar a llevar currículums y todo eso... Y por un concurso de cortometrajes que participé en diciembre, con un cortometraje que escribí y dirigí, ahora me salió la oportunidad de entrar al taller de escritores de Televisa. Ahorita estoy en un momento en el que voy a formarme como escritora también y eso me tiene muy emocionada porque es una parte que me encanta, que siempre me ha gustado y tener la posibilidad de explorar eso también significa muchísimo para mí”.
—¿La escritura le llamaba la atención desde siempre o lo descubrió en el camino?
—A mí siempre me ha encantado escribir, pero, ya sabes, con estas cosas de las artes a una a veces le cuesta un poco creer que sí tenemos el talento para hacerlo. Una cosa es escribir, acercarse y otra cosa es que ya te consideren para una oportunidad así. Realmente significó muchísimo para mí y obviamente ahorita tengo que enfocarme en eso un ratito, porque sí quiero aprovechar la oportunidad al máximo. Pero eso no significa que voy a dejar la parte de actuación: voy a hacer las dos cosas de la mano.
—¿Cómo ha cambiado la Natalia que se fue de Costa Rica hace poco más de un año, a cumplir ese sueño, a la de ahora?
—Soy una persona completamente distinta, no solo por eso, sino también por muchas experiencias que me tocó vivir en los últimos años. Creo que he hecho las paces con muchas partes mías, otras las he redescubierto.
“Mis metas y mis motivaciones también cambiaron mucho en los últimos años y el reto de empezar de cero también me ha dado una perspectiva muy diferente de la vida y de las cosas que realmente son importantes”.
—¿Le gusta esta versión de Natalia?
—Sí. Todavía me falta mucho por crecer y mucho por aprender. Creo que apenas estoy empezando, pero este es el inicio de todo. Y como siempre he dicho: ‘con trabajo, con determinación y enfocado en lo que uno tiene que hacer y lo que quiere lograr, pues todo se puede alcanzar’; en ese sentido, me siento tranquila. Sé que va a ser un proceso lento, porque es un proceso lento, pero me siento muy contenta y muy motivada.
—¿El mundo de la actuación la ha llevado a replantearse sus metas?
—Claro. Estoy en una etapa de mi vida donde quiero que la gente conozca lo que tengo por dentro y lo que tengo que decir. Hasta cierto punto, la gente me ha conocido a lo largo de los años, pero hay una faceta mía que todavía no he desarrollado públicamente y creo que eso es algo muy importante para mí ahorita. Es decir, el mensaje que llevo de aquí en adelante tiene que ser significativo y tiene que ir de acuerdo con los valores y los sueños que tengo en este momento.
—Se refiere a la escritura…
—Sí, con esto de escribir. Aunque en algún momento también sueño con poder dirigir y escribir mis propios proyectos y actuar en ellos también. Para mí, esto es como un momento de crear y alcanzar lo sublime; o sea, no hacer las cosas por ganar reconocimiento rápido o ganar fama, o todo esto, sino enfocarme en desarrollar mi arte y hacer cosas que significan mucho para mí.