El arribo de los operadores telefónicos y el mayor dinamismo del mercado, se encargaron de poner Internet en manos de los costarricenses. Hoy, el 88% del acceso nacional a esa red se hace desde un teléfono celular.
Así lo expresan las últimas cifras del sector de telecomunicaciones que divulgó ayer la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
Si, a diciembre del 2010, había 606.000 suscripciones al servicio de Internet móvil, el registro creció a 3,5 millones al finalizar el 2013, con lo cual casi se quintuplicó la cifra en cuatro años.
Si en el 2010 había 13 suscripciones a Internet móvil por cada 100 habitantes, ese cifra subió a 75 a fines del año pasado.
En el 2013, todas las suscripciones a Internet, incluidos los enlaces fijos, sumaban cuatro millones, y el 88% de esas conexiones se establecían desde un teléfono.
Este hecho ejemplifica el grado de avance del servicio de Internet en un país donde, gracias a esas pequeñas pantallas luminosas, las personas disponen hoy de una herramienta estratégica para cerrar la brecha digital.
De acuerdo con los datos de Sutel, la popularización de Internet en el celular se refleja también en el auge del tráfico de datos sobre redes móviles durante el 2013.
En el primer trimestre del 2011, ese tráfico de datos ascendió a 4.742 terabytes (TB). Un terabyte son 1.024 gigabytes de datos que, en este tema, se vinculan a miles de usuarios mirando videos, redes sociales, haciendo transacciones y, sobre todo, intercambiando mensajes de texto, voz, imagen y videos.
Al cuarto trimestre, el trasiego de datos había pasado a 7.131 TB, un 66% de diferencia. Esos 7.131 TB representaron 18% de todo el intercambio de datos del país el año anterior. El restante 82% transitó sobre redes fijas.
Mensajes de texto. Lo anterior también explica por qué mermó el volumen de mensajes de texto que los usuarios pagan a las operadoras telefónicas.
En el país, se enviaron 7.336 millones de mensajes SMS ( del inglés short messages service ) en el primer trimestre del 2011. Al finalizar el 2013, ese número se había reducido a 4.297 millones: una baja del 42% en tres años.
El desplome de ese tipo de mensajería responde a la explosión de apps gratuitas (como WhatsApp, Tango y Viber) que, a través de Internet, les evitan a los usuarios el pago de los SMS a su proveedor del servicio de telefonía.