Cuando estamos en Internet, la cadena de cantantes, películas, causas políticas y marcas que nos gustan revelan quiénes somos. Sin embargo, la ciencia de datos descubre conexiones oscuras entre los eslabones.
Por ejemplo, que las computadoras pueden mostrar la personalidad con una precisión de cirujano, hasta hoy inédita. Son más exactas que nuestros amigos y familiares, como lo demostró un estudio reciente.
El análisis plantea que como las computadoras analizan cantidades gigantescas de datos mejor que el cerebro humano, algunas personas podrían depositar en programas las grandes decisiones de la vida, como la elección de una pareja, un trabajo... o incluso puede ser peor.
Proveedores de servicios y bienes podrían usar el conocimiento de nuestra forma de ser, para tentarnos con compras innecesarias o negarnos pólizas.
El estudio se publicó en Anales de la Academia Nacional de Ciencias y lo hicieron investigadores de las universidades de Cambridge y Stanford.
La idea era medir cuánto podía igualar un software las percepciones humanas sobre un individuo, en cinco dimensiones básicas de la personalidad: apertura, escrupulosidad, amabilidad, extraversión y grado de neurosis.
Un reflejo en dos espejos. El estudio usó una muestra de 86.220 usuarios de Facebook, quienes hicieron su propio perfil sicológico de forma tradicional con un cuestionario de 100 consultas.
Los voluntarios también cedieron a los investigadores sus “me gusta” o “ likes ” para alimentar su software de análisis.
Además, 17.000 personas lograron que un amigo también los evaluara y otros 14.000 consiguieron dos: un amigo y un familiar.
El criterio de las personas se basó en su cercanía con los evaluados y el criterio de la computadora en los “ likes ”.
A continuación, los investigadores Wu Youyou, Michal Kosinski y David Stillwell, compararon los resultados de su programa con el de los humanos.
El ejercicio reveló que un análisis informático de los “ likes ” de una persona a películas, páginas, imágenes y música de su gusto, identificó la personalidad de ese individuo con mucho más acierto que sus propios seres queridos.
Se probó que los 227 “ likes ” promedio otorgados por los participantes bastaban para dibujar un perfil sicológico minucioso.
A más “ likes ” por persona, más preciso era el programa.
Por ejemplo, al software le bastaron 10 “me gusta” para superar el criterio de colegas de trabajo, con 70 “ likes ” venció la evaluación de amigos y, con 150, rebasó el análisis de los familiares.
El texto advierte de que si un simple análisis de datos sin interacción entre personas logró esto, es previsible que la tecnología avance hacia un futuro donde habrá programas con destrezas sociales e inteligencia emocional, capaces de leer nuestros rasgos sicológicos y ajustarse a ellos, según los fines de ese software .
Implicaciones. Ese futuro abre las puertas a decisiones más documentadas para mejorar la vida de las personas, pero los investigadores también enfatizan que ese conocimiento igual sirve para manipularlas e influirlas.
“La gente podría desconfiar o rechazar tecnologías digitales si se enteran que su Gobierno, proveedor de Internet, navegador, red social y motor de búsqueda pueden inferir sus características personales mejor que sus familiares más cercanos”, precisa el documento.
El texto, incluso, destaca que filmes de ficción como Her, donde el protagonista se enamora de su sistema operativo, parecen un escenario cada vez más cercano.
La investigación lo pone simple: la capacidad de evaluar con agudeza rasgos sicológicos usando huellas digitales de comportamiento, allanará el camino a un mayor intercambio social entre humanos y sus aparatos.