Una amplia columna de gases en la cima del volcán Turrialba motivó a muchos a llamar este martes al Observatorio Vulcanológico y Sismológico de la Universidad Nacional (Ovsicori). Eliécer Duarte, vulcanólogo de esa entidad, afirmó que se trata de una actividad normal y no hay motivos de alarma.
"Es un proceso normal en un volcán que es una "fábrica" constante de producción de ácidos y eso tiene efectos en todos los alrededores", dijo el científico en entrevista este miércoles con la radioemisora ADN 90.7 FM.
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Este martes desde el Valle Central se pudo observar una gran columna en el Turrialba. (Ovsicori para GN)
Agregó que cada dos años se hace una visita específicamente para comparar el impacto en la vegetación. "A veces los efectos son regresivos, otras veces son progresivos, en este caso son acumulativos", acotó.
Aunque a los expertos les preocupa el deterioro en la infraestructura, vegetación y suelos, así como los efectos en la salud de quienes trabajan permanentemente en la zona, lo acaecido este martes no significa que hubo algo fuera de lo normal.
"Es proceso agudo de acidificación en una zona de miles de hectáreas, lo más afectado está al noroeste y el oeste", acotó Duarte.
Ayer reportaron aumento de gases, principalmente vecinos de comunidades agrícolas al costado este del volcán Irazú, que reciben la "pluma" directamente.
Desde el 2007 se evacuaron 35 familias que vivían en un radio de tres kilómetros a la redonda ante el aumento en la producción de gases.
Actualmente la zona está prácticamente deshabitada. Solo viven ahí algunos agricultores y quienes cuidan las últimas cabezas de ganado.
Hoy miércoles bajó la intensidad de la columna de gas.
Cuando llueve o cuando hay un cambio brusco de temperatura, se condensa el agua en la superficie caliente del volcán y eso produce más gases.
"Las madrugadas frías en la cima producen condensación y eso ocurrió este martes", dijo el científico.