Apenas cinco meses después de haberse reparado, la vitrocerámica de la piscina María del Milagro París, ubicada en La Sabana, vuelve a presentar desprendimientos.
Así lo constató el miércoles anterior un equipo de La Nación .
Los desprendimientos se notan en varios sectores del carril que colinda con la pared oeste de la pila.
La vitrocerámica son pequeños cuadritos de dos centímetros cuadrados similares a los azulejos que se usan en baños, los que vienen pegados en una lámina.
Dicha lámina se coloca sobre una mezcla de cemento que lo adhiere a las paredes y pisos que se ubican dentro de las piscinas.
Aunque se intentó conocer la versión de Alba Quesada, directora del Icoder, y Francisco Marín, presidente del Consejo Nacional de Deportes, estos no respondieron a llamadas y mensajes que se dejaron en sus teléfonos celulares.
La única que se refirió al tema fue Judith Vega, jefa interina del departamento de obras del Icoder, quien indicó: “Eso lo cubre la garantía. Este martes (hoy) llegará el ingeniero Xavier Roca a colocar los azulejos desprendidos”, indicó.
La respuesta de Vega fue por medio de un comunicado de Franklin Solís, periodista del Icoder, pues existe una normativa de que los funcionarios pueden hablar con la prensa solo a través del vocero.
Algo normal. La decisión de colocar hoy los pequeños cuadritos fue confirmada por Roca, presidente de Piscinas Aquarium, quien informó de que ayer por la tarde le llegó un correo del Icoder solicitándolo.
“Mañana (hoy) vamos a proceder a colocarlos... es algo normal –el desprendimiento–, a veces pasará y a veces no”, comentó Roca.
Piscinas Aquarium fue la compañía que reparó la piscina entre febrero y abril del 2011, cuando se le cambió la tubería de evacuación del agua, se reemplazaron las tuberías de succión y retorno tanto de la piscina de competición como de la pedagógica, el enchape de las dos pilas y la reparación de los tanques que expulsan el agua.
La piscina de La Sabana se mantuvo clausurada desde enero del 2010, cuando se determinó que necesitaba arreglos urgentes.
Tras aquella operación, que le costó al Icoder ¢129 millones, en febrero pasado la vitrocerámica se comenzó a despegar en el mismo carril que se notó el jueves.
En aquel momento Xavier Roca dijo que “para hacerlo bien –el arreglo– hay que vaciar la piscina y en este momento no se puede vaciar la piscina, así que le dije al Icoder que podemos llevar a un técnico que con pegamentos especiales pegue debajo del agua esos cuadritos”.
Roca explicó que el mismo procedimiento de meter un buzo a pegar los cuadritos faltantes será el que se aplique hoy en la mañana.
El empresario negó que la calidad del material con que se pega la vitrocerámica sea mala. “Pueden ser los cloros (usados)”, adujo.