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Cartago. La voz del mariachi Marco Jara amenizó los minutos del intermedio en el estadio Fello Meza. Volver, volver fue una de sus canciones.
Aunque se encontraba en el vestuario en esos momentos, es posible que Juan Luis Hernández Fuertes se haya sentido aludido por la tonada de la multitud.
Según expresó una hora más tarde, al final del partido, no había sentido más que muestras de simpatía en derredor, desde que pisó la gramilla para la fase de calentamiento de sus hombres de Puntarenas, hasta que abandonó finalmente el campo, abrazado con algunos de sus expupilos.
“Con la naturalidad con la que paso de mi habitación a la cocina de mi casa, vengo al Fello Meza.
“No sé si se dieron cuenta de la calidez con la que me han recibido hoy (ayer)”, manifestó el estratega de Puntarenas, quien visitó por primera vez, como rival en este torneo, su antigua entidad.
Genio y figura... “Cartaginés ganó porque supo aprovechar sus ocasiones de gol. Además, es un buen equipo; cómo no va a serlo si a estos jugadores los formé yo”, comentó luego de la conferencia de prensa, cuando Hernández aceptó unos minutos más con los reporteros.
En relación con el trabajo de sus dirigidos color naranja, Juan Luis expresó: “Estoy feliz con el rendimiento de estos muchachos. Están dando todo lo que pueden. Le digo, por ejemplo, que esta semana tuvimos 10 sesiones de entrenamiento.
“Que vayan los saprissistas al Lito Pérez el próximo partido. Ya les hemos arreglado la carretera a Caldera y allá los esperamos”.
“¿Qué mostrará su equipo contra Saprissa, que no haya enseñado hoy?”, le preguntó un reportero.
“El clima del Puerto, el césped alto del Lito Pérez, los bomberos, que nos van a ayudar...”, contestó.
Con su característica físga, el técnico dio a entender que, como suele ocurrir en el reducto porteño, habrá un riego del césped en las primeras horas de la mañana del día del compromiso, por lo que se deduce entonces que a las 11 a.m, los saprissistas “tendrán” sol y asfixia.
“Y volver, volver, volveeeer” , cantaba el coro de la multitud.
En su fuero interno, Juan Luis sintió que tenía que ver con él.
