Celso Gamboa es conocido en el ambiente político costarricense, sin embargo verlo en el fútbol es novedoso. El abogado y exministro de seguridad y exfiscal forma ahora parte del organigrama de Limón F.C.
Él se define únicamente como el abogado del equipo, pero se nota que su aporte va mucho más allá de la asesoría legal. Incluso admite que participó en un intento por fichar a Jonathan McDonald.
Gamboa es claro en que si tuviera la plata compraría la franquicia limonense, pero de momento llama a su aporte “colaboración”, más no una inversión, como algunos han dicho.
¿Está usted invirtiendo en Limón F.C.?
Bueno, invertir no podría decir. Podría decir que estoy dando como una colaboración en donde hay un conjunto de voluntades dirigidas para que Limón obtenga en lo deportivo el mejor resultado. Decir que uno está invirtiendo en un proyecto en el que vería réditos a muy largo plazo, pues no es así.
¿Pero cuál es su labor?
Hay una colaboración personal, en cuanto al orden, en cuanto a los aspectos del equipo en la parte empresarial. El equipo como tal le pertenece a don Carlos Pascall. De mi parte estamos dirigidos a buscar orden administrativo, porque no lo hemos tenido en el pasado. No queremos vernos en situaciones legales incómodas como ha sucedido, queremos un equipo que represente por completo, que sea inclusivo, queremos que los jóvenes encuentren en el equipo una esperanza, queremos un distractor que dé alegría a la comunidad limonense.
A ver si le entiendo... ¿Entonces el patrocinio del equipo cómo funciona? En el uniforme del equipo el patrocinador principal es su empresa.
Se paga en el patrocinio del uniforme, se invierte en el entendido de que los clientes de la empresa no llegan por ahí. Solo una vez me llamaron de Estados Unidos y me comentaron que nos conocieron por un juego contra Saprissa; ellos lo vieron por ESPN. Como estrategia de marketing para una firma de abogados local no es la más correcta, pero nosotros queremos ayudar y motivar a otros empresarios a que puedan colocar los recursos. Esto se retorna en jóvenes que nos den la alegría que nos merecemos.
¿Cuál es su función?
Soy el abogado del equipo.
¿Por qué decide incursionar hasta ahora en el fútbol si en el pasado ya era conocido aficionado de Limón?
Como no es un secreto hace tres años salí de la función pública, entonces el espacio dentro de la oficina me da más tiempo de vincularme a algo que me gusta y me apasiona. Estar en una institución que a uno le gusta es muy bonito, además que me encanta ir al estadio. Esto para mí es un distractor y privilegio, es un honor ayudar al equipo que siempre he amado. Es la provincia de mi familia, toda mi gente es de Limón, mucho de lo que he logrado me lo dio Limón. Siempre tuve un cariño por el equipo, tuve un pasado saprissista pero nadie es perfecto, al final lo morado se quitó. Soy socio de Saprissa para ver a Limón.
El proyecto en Limón es ambicioso...
Estamos apuntando a las estrellas para aunque sea pegarle a la luna. Hemos generado las condiciones necesarias a Luis Fernando Fallas para que tenga los recursos para entrenar. Ahora estamos pagando al día, se lograron negociaciones buenas, cuando uno puede poner su experiencia al servicio de una empresa pues hay una gran alegría. Yo he dirigido el ministerio de la Presidencia, en la función pública he tenido a cargo 35 mil personas y hemos tenido réditos muy buenos. Mi salida no fue la más bonita, pero lo que hice sí me respalda.
Pero es que el cambio está por todo lado: ahora tenemos un gerente de comunicación que hace tres meses estaba en la Fedefútbol. Queremos que sea vea un trabajo más versátil. Por ejemplo, ahora estamos centrados en que la Municipalidad nos apruebe la administración del estadio Juan Gobán. Limón empezará el torneo en el Ebal Rodríguez, pero queremos jugar en el Juan Gobán. Queremos explicarle a la municipalidad de Limón que queremos la administración para cambiar la cancha, poner la iluminación.
¿Usted lo hará?
Las puertas de Limón están abiertas para todos los limonenses que quieran colaborar. Las puertas están abiertas. La idea es fijarnos un proyecto que nos convenza, yo llego a Limón en orden. Las puertas están abiertas para construir un mejor Limón, porque si lo vemos en retrospectiva hemos aportado muchos jugadores. Queremos que los jugadores quieran jugar en Limón. Eso será difícil que lo veamos en vida, pero lo queremos dejar consolidado.
¿Usted no tiene nada que ver con la administración, como tal, del equipo?
En lo personal me encantaría ser el dueño de Limón, pero no tengo el dinero. Limón es un lugar solidario y abierto. Don Carlos Pascall es un hombre accesible que está buscando las mejores condiciones para los limonenses. Además es mi vecino de años, tenemos una relación de conocidos y amigos.
¿Qué gana usted al tener esta colaboración con Limón?
Es retribuir a Limón todo lo que me ha dado. No tengo que recordar mi pasado porque tengo cosas complicadas que no han sido aclaradas, pero mis logros personales y profesionales son por Limón. Con retribuir eso estoy más que satisfecho. Me retribuye de forma inmensa ver que el equipo está surgiendo y que tendremos un equipo competitivo. Sobre todo ahora que un colón vale 10 veces más. Ahora hay más de 500 jóvenes vinculados a las actividades del club, gente que no está en drogas; eso es muy motivante para que los empresarios invirtamos en el club. Limón representa una provincia, tiene ese plus y ese algo más.
¿Usted le interesa meterse en la parte dirigencial del fútbol?
Aspiraciones en la Federación no tengo, ya pasé demasiado tiempo dónde asustan de verdad. Hace dos semanas digerí los reglamentos y demás, ahora me toca aprender de la Unafut y la Federación, al final siento que no es tan difícil, es cómo manejar la Asamblea Legislativa.
Por lo que entiendo usted sí está en la toma de decisiones del equipo. ¿Cómo está la política de fichajes de Limón?
Yo me quedé sorprendido cuando le dije a Luis Fallas: ¿Qué le hace falta? Y me dijo: ‘nada’. Estuvimos intentando coquetear con Jonathan McDonald, queríamos despertar ese sentimiento en él, para hacer una inversión superior, pero bueno, al final no se dio. Ahora la gran enseñanza es que si estamos ordenados podemos traer buenos jugadores. Ahora le vamos a dar seguridad a los futbolistas que sus salarios serán pagados a tiempo. Hoy llaman a Limón para venir, pero ya estamos llenos.
¿Cómo Limón en tres meses se olvidó de los atrasos salariales y demás?
La habilidad para negociar es innegable. Uno sabe negociar con patrocinadores. También los contratos de derechos televisivos. Sumamos la habilidad de negociar y eso permite generar estabilidad y darle a Limón valor. Las personas que son dueñas de nuestros derechos televisivos ahora tienen una claridad de lo que cuesta transmitir a Limón. Quien se anuncia con nosotros ahora tiene un nuevo sistema de exposición. Ahora salimos en la prensa por lo positivo, negociamos con jugadores para arreglar el pago de deudas, hemos dado los pasos correctos. Los problemas con la Caja son una obligación y los vamos a afrontar, no a patearlos más.