No cabe duda que el arquero Keylor Navas y el Paris Saint Germain tendrán una de los retos más difíciles de su historia, al intentar detener la aplanadora del Bayern Múnich, que se abrió paso este miércoles a la final de la Champions League, luego de derrotar 3-0 al Lyon de Francia.
Los teutones han sido implacables con sus rivales a lo largo del certamen, donde suman 10 compromisos ganados consecutivamente, en los cuales anotaron 42 tantos, entre ellos la goleada de 8-2 frente la Barcelona en una exhibición de poderío y contundencia.
Precisamente, el Paris Saint Germain, que por primera vez llegó a una final de Champions, es la segunda escuadra más goleadora del torneo con 25 tantos, gracias al enorme trabajo de Neymar, Icardi, Mbappé y Angel Di María.
El cuadro alemán que derrotó al Lyon con doblete de Serge Gnabry, así como un cabezazo de Robert Lewandowski suma 29 compromisos invicto, en todas las competiciones, con 28 triunfos y un empate, con un saldo de 110 conquistas y 26 tantos recibidos, demostrando una enorme superioridad que indudablemente los pone como favoritos al cetro en las encuestas.
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El Bayern, que busca su ‘Orejona’ número seis, tras llegar a su onceava final este domingo 23 de agosto en Lisboa, Portugal, a partir de la 1 p. m., hora costarricense, cuenta además con dos los tres mejores artilleros de la competición europea, como los son precisamente Lewandowski y Gnabry, quienes han marcado 15 y 9 tantos respectivamente.
La última vez que los bávaros alzaron el trofeo más prestigioso de clubes de Europa fue en el 2013, cuando vencieron al Borussia Dortmund 2-1 en el estadio Wembley, en Inglaterra.
Para lograr su objetivo tienen en la ofensiva a Lewandowski, quien suma 55 tantos en 59 compromisos en toda la temporada. Está a dos tantos del récord de la Champions de Cristiano Ronaldo, quien marcó 17 dianas cuando militaba en el Real Madrid. El polaco, sin duda es la mayor amenaza para Keylor.
Sin experiencia. El entrenador Hansi Flick, quien llegó al cargo en noviembre del año pasado, cuando los bávaros navegaban en la incertidumbre por sus malos resultados, es sin duda el gran orquestador del éxito del Bayern. Flick llegó como emergente y terminó convenciendo a propios y extraños, pero sobre todo a sus jugadores, a quienes llenó de confianza y convicción para alcanzar las metas.
Valores de trabajo, rigor y libertad en el juego, pero también, y sobre todo, fuera del terreno de juego, generaron tranquilidad y confianza mutuas. Flick no tardó en abandonar las queridas rotaciones de su antecesor para apoyarse en un equipo estable, articulado alrededor de los jugadores importantes, a los que el croata Kiko Kovac había desestabilizando con tantos cambios en las alineaciones.
Con estas cualidades Flick ha ido pulverizando hasta el día de hoy a los rivales que se han interpuesto en su camino. A destacar el 7-1 infligido en dos partidos al Chelsea y sobre todo el humillante 8-2 contra el Barcelona en cuartos de final de la Champions, con los cuales no dejaron duda de la capacidad anotadora de su escuadra.
A sus 54 años, Flick nunca había dirigido en la Bundesliga y solo era el asistente de Kovac. Su experiencia al más alto nivel se limitaba a sus ocho años como asistente de Joachim Löw en la selección alemana, conquistando el Mundial-2014 de Brasil a la sombra del carismático ‘Jogi’.
Entre los puntos más altos de la escuadra figuran el portero Neuer, uno de los mejores del mundo en su puesto; los zagueros Joshua Kimmich, Boateng y el canadiense oriundo de Ghana, Alphonso Davies; el volante Leon Goretzka y los atacantes Müller y Robert Lewandowski, la estrella consular de la constelación bávara.