El expediente judicial del caso cochinilla ata cabos. Allí, se pregunta cómo la misma consultora en ingeniería, contratada para supervisar obras como la trocha fronteriza (2012) o el acceso al puerto de la compañía APM Terminals (2017), convertidas en un fraude y un fiasco, aún sea sujeta de confianza.
Es como si usted pagara a un ingeniero para que verifique la calidad de la construcción de su casa, pero, al final, los defectos o sobrecostos delatan negligencia. ¿Volvería a contratarlo? Respuesta obvia.
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Lo alarmante es que la consultora de la pifia en la vía hacia Moín, donde el punto de conexión se le corrió 80 metros de la entrada al megapuerto y hubo que pagar millones extra por la solución, ganó casi ¢1.000 millones por «supervisar». En el expediente se cuestiona cómo era posible que siguiera siendo contratada.
La compañía vuelve a escena porque, en la investigación del caso cochinilla se menciona que el laboratorio se habría prestado para manipular la evidencia de que el asfalto en la nueva rotonda de las Garantías Sociales era defectuoso. También se le vincula con el presunto pago a un exgerente del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
Pero no es la única. El informe cita otras empresas y califica la relación de constructoras y verificadoras de calidad de aparente «compadrazgo», «contubernio» y «subordinación», al punto que en una llamada intervenida, un constructor habla de la supervisora como empresa «hermanita».
Tanto cabo suelto, y que ahora vemos bien atado, da para investigar la participación de estas consultoras. Los malos resultados durante muchos años en calidad y precios de carreteras y puentes, más la aparente manipulación de informes técnicos y «dádivas» que cita el expediente, pone en entredicho el prestigio de estas firmas.
Es de esperar que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y el Consejo Nacional de Vialidad no les abran las puertas hasta que se aclaren estos hechos denunciados en el expediente.
Es momento de fumigar la plaga de cochinilla en que se habrían convertido las empresas consultoras ahora investigadas.
amayorga@nacion.com