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Detalle de monos congos o aulladores en la zona de Tamarindo (Guanacaste) en contacto con el tendido eléctrico que les sirve de paso en sus traslados habituales mientras buscan comida. Fotografía: Fundación Salvemonos para LN.
Un estudio elaborado por dos organizaciones ambientalistas en playa Tamarindo (Santa Cruz, Guanacaste) halló que en el 2021 al menos 142 monos congos (Alouatta palliata) habrían sufrido accidentes por electrocución en líneas de tendido eléctrico especialmente cuando dichos animales se trasladan de un lugar a otro mediante el cableado.
Según un comunicado de la Fundación Salvemonos, que realizó el estudio junto con la organización The Clean Wave, los 142 animales accidentados representaron 34% de la población de monos congos estimada en esa zona.
Inés Azofeifa, consultora de Salvemonos, indicó que las citadas organizaciones decidieron unirse frente a esta problemática en una iniciativa para construir pasos de fauna, monitoreo de tropas y análisis de cobertura forestal que involucrará tres meses de evaluación y escaneo del área de estudio.
“Necesitamos realizar varias acciones para reducir al máximo los accidentes que afectan a este tipo de fauna como por ejemplo instalar pasos para los monos en lugares estratégicos, fortalecer la protección en las alamedas, reforestar bosques y arborizar sitios donde haya más cantidad de esta población”, detalló Azofeifa.
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Según la información de Salvemonos el año pasado se instalaron 21 pasos aéreos de fauna; además, se realizó una labor de mantenimiento en otros 40 en las playas del Coco, Ocotal y Hermosa.
Andrés Bermúdez, presidente de The Clean Wave, destacó que para reducir la cantidad de accidentes entre la población de monos es necesario desarrollar intensas campañas de reforestación; entre otras acciones.
“Uno de los grandes problemas en este tema es que hemos ido reduciendo el hábitat y; por eso, las poblaciones deben salir de su ambiente natural en busca de alimento. Eso les provoca grandes perjuicios, es necesario sembrar más árboles para evitar más percances y que los monos se mantengan en un lugar adecuado”, destacó Bermúdez.
Ante esa problemática, esa organización y The Clean Wave evaluarán las rutas de paso y conectividad de la cobertura forestal tanto en Tamarindo como en Playa Grande para la colocación de más puentes de los monos para lo cual abrieron una campaña de voluntariado y donaciones.
Estos puentes ayudarán a los animales que usan líneas eléctricas a cruzar para evitar el cableado y en su lugar usar puentes para monos. Si bien el plan se enfoca en el mono aullador por ser una especie emblemática de toda la comunidad animal y el ecosistema en riesgo; también abarca a otras especies de monos en la zona.
Problema nacional
Entre el 2019 y 2020, 7.154 animales silvestres entre perezosos, monos, zorros y martillas murieron por contactos con cables de alta tensión del tendido eléctrico según un primer conteo oficial en Costa Rica sobre esta mortal interacción entre fauna y actividad humana.
Conforme se expanden actividades económicas y zonas residenciales, también lo hacen las redes de cableado eléctrico que invaden o fragmentan parches silvestres de vegetación donde viven animales, descubrió la llamada Guía para la prevención y mitigación de la electrocución de fauna silvestre por tendidos eléctricos en Costa Rica con base en registros del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).
La fauna silvestre suele utilizar el tendido para perchar, anidar y descansar (en el caso de aves) o como medio de paso entre áreas boscosas (especies arborícolas o trepadoras); cuya mortalidad suele elevarse durante sus fases migratorias.