¿Está pasando la Semana Santa en la playa? ¿En cuál de todas? ¿En una de las más seguras o en una de las más peligrosas?
Un grupo de 31 playas del país se consideran más inseguras (de baja seguridad) para los bañistas debido a la presencia de corrientes de resaca, animales peligrosos, desembocaduras de ríos y falta de salvavidas y señales de advertencia.
Están desperdigadas a lo largo de ambas costas. En el Pacífico, están, por ejemplo, las emblemáticas Playa Hermosa (Jacó), Tamarindo y Montezuma. En el Caribe destacan Cahuita, Puerto Vargas y Gandoca.
Esta información proviene de un mapa de riesgo elaborado por especialistas de la Universidad Nacional (UNA), la Universidad de Costa Rica (UCR), la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), el Servicio Nacional de Guardacostas y el Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
En total, se clasificaron 92 de las playas más visitadas. De ellas, 31 clasifican en la categoría de seguridad baja o más peligrosas, 47 en seguridad media y 14 en seguridad alta o de menor riesgo.
Entre las de menor riesgo están Puntarenas, Manzanillo (la única en el Caribe en esta categoría), Mantas, Coco, Piñuela, Potrero, Cuajiniquil y Bolaños. Estos datos se actualizan según cambien las condiciones.
Para esa clasificación se tomaron en cuenta las condiciones físicas de la zona y los sistemas de seguridad para los bañistas, como señalización y presencia de salvavidas.
Víctor Ramírez, jefe del Servicio al Turista del ICT, confirmó que sostuvieron reuniones con alcaldes de las zonas para informarles de los riesgos y convencerlos sobre la necesidad de invertir recursos municipales en salvavidas.
“Está en revisión un convenio de cooperación con la Cruz Roja para que los voluntarios que laboran en las zonas costeras dispongan de recursos básicos. Por medio de la Cruz Roja se distribuirá material con consejos preventivos para bañistas. Este convenio implica una inversión del ICT de unos ¢20 millones por los próximos dos años”, informó Víctor Ramírez.
Informados. El mapa de riesgo se basa en un índice que toma como referencia una playa idealizada, ciento por ciento segura.
En el sitio web del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar), de la UCR, se aclara que ese índice se elaboró “teniendo presente que, en la realidad, no existe una playa por completo segura ni peligrosa”.
En una como Sámara, en el Pacífico norte, el mapa advierte sobre el oleaje caótico y la presencia de la desembocadura de un río.
En el Caribe, otra como Cocles presenta riesgos como corrientes de resaca y presencia de valles y montes en el mar, así como falta de salvavidas.
Las llamadas corrientes de resaca son frecuentes en ambas costas del país. El riesgo de accidentes acuáticos aumenta en los sitios con gran cantidad de visitantes, advierte el oceanógrafo Omar Lizano.
Según datos de la Cruz Roja, los ahogamientos son los hechos violentos que más muertes producen en Semana Santa.
Del 2007 al 2014, fallecieron 68 personas ahogadas: en promedio, 8,5 muertes en cada Semana Santa. A los ahogamientos le siguen las muertes por arma de fuego (52 fallecidos en ese periodo) y las colisiones (30).