La torre costarricense de vigilancia más cercana a la zona de exclusión de isla Calero no detectó el equipo de dragado que, según Casa Presidencial, Nicaragua introdujo entre junio y setiembre para abrir dos nuevos canales en el humedal.
Hace un año, el Gobierno instaló una torre de 60 metros de altura con una cámara, junto al borde sur del área de tres kilómetros cuadrados, que la Corte de La Haya ordenó despejar de civiles y de fuerzas de seguridad, en marzo del 2011.
Sin embargo, la draga y el campamento pasaron inadvertidos para la vigilancia terrestre de Costa Rica, país al cual, La Haya encomendó la custodia ambiental de la zona, mientras resuelve la disputa entre ambos países.
Wálter Navarro, viceministro de Seguridad, explicó que la cámara en ese punto (en el borde de exclusión) tiene una visión nítida de unos 500 metros, mientras que los nuevos caños fueron abiertos a 3,6 kilómetros de allí.
Según el funcionario, a inicios del 2014 se dispondrá de una videovigilancia de mayor capacidad y resolución. Ahora están en el proceso de contratación.
En el video que Casa Presidencial distribuyó el miércoles, filmado desde un helicóptero, se puede observar la torre de vigilancia tica al sur del sitio en que se construyeron los caños. La estructura sobresale entre el bosque.
La antena, que también cumple con funciones de telecomunicaciones, está cerca de la laguna Portillos. El primer canal artificial que Nicaragua abrió se ubica entre el río San Juan y esa laguna.
En marzo del 2011, el entonces ministro de Seguridad, José María Tijerino, anunció que el Gobierno construiría torres de vigilancia en en toda la margen sur del primer caño artificial, de 1,5 kilómetros.
Tijerino dijo que las torres tendrían de dos a tres metros de altura y que la distancia entre cada una oscilaría entre 100 y 200 metros.
Wálter Navarro informó de que, por recomendación técnica, finalmente se decidió que una torre de 60 metros de altura era suficiente. Fue construida con ayuda del ICE.
La cámara transmite información simultánea a San José, pero no tiene el zoom suficiente para detectar la construcción en medio del humedal, dijo Navarro.
Añadió que en esa zona, las copas de los árboles miden entre 30 y los 40 metros de altura, lo que perjudicó todavía más el monitoreo.
Aún en proceso. Sobre la instalación de equipos de mayor potencia, Navarro dijo que el proceso se ha retardado por diversas razones.
“Ha sido una cuestión de recursos y de hacerlo apegado, estrictamente, a todos los procedimientos de contratación”, mencionó.
Aunque existió un decreto de emergencia que facilitó las contrataciones para este conflicto, el funcionario argumentó que, en un momento, el mecanismo “se congeló” por los problemas de la trocha.
Por otra parte, dijo que el acceso a la zona es muy difícil y que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) emprendió una “labor titánica” para llevar energía al sitio del conflicto.
También, se perdió tiempo con la obtención de permisos para utilizar tierras en la zona, pues algunas pertenecen al Ministerio de Ambiente (Minae) y otras a la Juntad de Administración Portuaria y Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica . “Nos ha consumido mucho tiempo conseguir permisos”, destacó Navarro, quien agregó: “Todo lo hemos procurado llevar de la manera más ordenada, pero esas variables han costado”.
Junto a Los Portillos, el Gobierno también dispone de un albergue para funcionarios del Minae y del Ministerio Seguridad. Allí operan una estación biológica y un puesto de vigilancia.
Navarro añadió que se dispone de otra torre y de un albergue que está 10 kilómetros al sur de allí. La torre se observa desde la cámara ubicada junto a laguna Portillos.
Además, existen instalaciones similares al oeste y al este de Delta Costa Rica, el sitio en donde el río San Juan converge con el Colorado, donde se inicia isla Calero.
El Gobierno planea tener instalaciones en otros puntos, a lo largo de la frontera hasta Los Chiles.
Sergio Ugalde, asesor legal de la Cancillería, sostuvo que el Minae no puede tener presencia permanente en la zona de exclusión.
Añadió que, cuando la Cancillería tuvo noticia de una posible incursión a mitad de agosto, se pidió de inmediato ayuda al proveedor europeo de imágenes de satélite.
El satélite empezó a pasar sobre la zona, pero al principio las nubes no permitían fotografiar. La primera imagen clara de los canales se obtuvo el 5 de setiembre y llegó a Costa Rica el 11 de setiembre. Tras el análisis, se empezaron a preparar las protestas y las cartas informativas para La Haya.
El canciller, Enrique Castillo, advirtió que esta es la primera vez que él ve la torre costarricense e insistió que esa labor es responsabilidad de los ministerios.
“Siempre hemos sabido que han estado metidos (los nicaragüenses), pero no tenemos ninguna manera de sacarlos por la fuerza, siempre reportamos a la Corte”, dijo el diplomático.