Madrid. AP y AFP. El grupo separatista vasco ETA confirmó ayer que ha comenzado a almacenar armas fuera del alcance de sus miembros, en un proceso que asegura implicará al final todo su arsenal.
ETA anunció la medida después que el 21 de febrero observadores internacionales de la Comisión Internacional de Verificación (CIV) dijeran que esta organización les había permitido inspeccionar un pequeño depósito de armas antes de que fueran “selladas” con medios no especificados, en un lugar del que tampoco se revelaron detalles de su ubicación.
“El proceso de sellado de arsenales ha comenzado y el compromiso de ETA es llevarlo hasta el final, hasta el último arsenal”, indicó la organización en un comunicado recibido por el diario nacionalista vasco Gara.
El diario Gara advierte, no obstante, que el proceso de desarme “es difícil y no exento de dificultades”, y añadió que no depende sólo “de la voluntad de ETA y de la profesionalidad de la Comisión Internacional de Verificación”, en un mensaje al gobierno español, que no reconoce a la CIV y pide la disolución de la banda.
Gobierno, escéptico. El Gobierno español ha restado importancia a la medida, que describió como una farsa sin sentido, y ha reiterado su demanda de que el grupo entregue sus armas directamente a las autoridades españolas, un gesto de paz que el grupo separatista ETA se niega a realizar.
El grupo prometió que continuaría trabajando hasta el final con los seis miembros del equipo de inspectores hasta que todas sus armas no representen amenaza alguna, e insistió en que el uso de observadores extranjeros debería asegurar a España que las armas no se volverán a utilizar.
En octubre de 2011 ETA anunció su renuncia definitiva a la violencia, después de matar a 829 personas en más de 40 años de lucha armada por la independencia del País Vasco y de Navarra.
Asimismo, ETA urge a “terminar con la conculcación de derechos que padecen los presos políticos vascos”, en referencia a sus más de 500 presos dispersados por cárceles españolas y francesas, cuya repatriación al País Vasco pide desde hace años.
La cuestión de los prisioneros es uno de los puntos de confrontación entre ETA y el gobierno, desde el anuncio de poner fin a la violencia.
El grupo armado, que no ha cometido ningún atentado en España desde agosto de 2009, está considerado como una organización terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos.