Sin paredes ni techo y frente a casi 1.300 personas, el veterano mexicano Alberto Vázquez hizo alarde de su talento como cantante, en una noche que funcionó como excusa y fórmula perfecta para recordar.
El amplio parqueo del Costa Rica Tennis Club, en Sabana Sur, fungió como el escenario el sábado pasado para el intérprete, quien era el invitado principal de una velada que tenía como objetivo disfrutar de las baladas y un poco de lo ranchero, el
Con un público mayoritariamente adulto y adulto mayor, el mexicano apareció en la tarima a las 10:35 p. m., en momentos en que el frío obligó a la mayoría a sacar abrigos, chaquetas y bufandas.
A esa hora, cuando al menos 50 personas aún hacían fila en un edificio anexo para que les sirvieran la cena, Vázquez no se guardó nada y lanzó desde un inicio uno de sus principales éxitos:
El repertorio incluyó las canciones que hicieron famoso a alguien que hoy puede decir que suma ya 50 años de carrera en la música.
Eso provocó que algunas de sus seguidoras se levantaran de sus sillas (se colocaron mesas en todo el lugar con ocho sillas cada una) y se acercaran a la tarima.
Como chiquillas de 15 que gritaban a su ídolo pop, las mujeres se desgalillaron pidiéndole al artista las canciones que querían oír.
Además, cuando otra fan levantó un póster del cantante que lo mostraba más joven, la réplica fue también divertida. “No me enseñes esa foto, me da tristeza pues cada vez que la veo recuerdo qué bien que estaba
En compañía de dos coristas muy atractivas que destacaron por su buen tono y voz, además de su inseparable banda, Vázquez protagonizó uno de los momentos más emotivos al cantar
Cuando la canción dejaba oír sus primeras partituras y como por arte de magia, las densas nubes se difuminaron para dejar solita a la luna, que iluminó las memorias y la nostalgia de aquella letra.
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“Les platicaré sobre la historia de dos amigos que en su juventud acostumbraban llevar serenata a la misma mujer”, dijo el cantante.
De inmediato, sus seguidores supieron lo que se venía. “Amigo ven te invito a una copa...”, cantó, para que
La despedida del ídolo llegó con la nota romantiquísima de
A las 11:53 p. m. y con 19 canciones, Vázquez desapareció entre los músicos. Era innecesario preguntarle a los presentes qué pensaban. Sus sonrisas lo decían todo.