PARÍS (AFP) - La falsificación prospera en internet probablemente más que en otros ámbitos, beneficiado por una regulación todavía mal adaptada y por una falta de control de los sitios, lamentaron el martes los expertos.
Es difícil estimar la amplitud de la venta de falsificaciones en la 'web'. La Unión de Fabricantes francesa (Unifab) considera que entre un 5 y un 9% de los productos falsificados en el comercio mundial se venden en la Red.
Los vendedores de falsificaciones encuentran en internet un sistema de intercambios que no conoce fronteras, donde los actores son múltiples y difícilmente localizables.
Frente a este fenómeno las legislaciones nacionales o regionales encuentran enseguida límites.
"La extensión de la red es demasiado ancha y la reacción frente a la inventiva de los falsificacodres no es lo bastante fuerte", consideró Antoine Gosset-Grainville, abogada del gabinete Gide Loyrette Nouel, en el Foro Europeo de la Propiedad Intelectual en París.
La Unión Europea (UE) se dotó en 2000 de una directiva sobre la economía digital que enmarca el comercio por internet, pero el texto "no tiene como objetivo específico luchar" contra la venta de falsificaciones en la 'web', recalcó Gosset-Grainville.
De hecho, no prevé ninguna sanción contra los sitios donde se venden los productos falsificados, ni define más que la responsabilidad de estos sitios como 'hospederos', que solament tienen que asegurar un control "a posteriori" de las transacciones.
Los sitios "venden un servicio favoreciendo las operaciones ilícitas (...) ponen los instrumentos de transacción a disposición de los internautas", explicó Jerome Huet, profesor de la Universidad de París II. "Son verdaderos editores y, como tales, deben ejercer un control a priori" de las transacciones, afirmó.
La polémica sobre el estatuto de estos sitios y los medios que tienen o de los que carecen para luchar contra la falsificación creció en otoño, cuando Louis Vuitton y Dior Couture llevaron al sitio estadounidense de venta por subastas eBay ante el Tribunal de Comercio de París.
Las dos marcas de lujo le acusan de dejar a compradores y vendedores hacer sus transacciones sin ningún control, y de ser así cómplice de la venta de falsificaciones. Louis Vuitton reclama 20 millones de euros y la casa de costura 17 millones.
eBay, que no estaba representada en el Foro el martes, asegura que retira los productos falsos desde que se percata de su existencia, y ha puesto en marcha el sistema VeRO ('verified rights owners'), que permite a las marcas señalar los anuncios que atentan contra sus derechos de propiedad intelectual.
En PriceMinister aseguran haber encontrado la solución haciendo pasar el dinero de las transacciones por este sitio 'web': cuando el comprador ha recibido el objeto elegido, el sitio paga al vendedor. Si el comprador cree que está ante un producto falso, la cuenta del vendedor se bloquea, con posibilidad de iniciar un proceso judicial, destaca el presidente del sitio, Pierre Kosciusko-Morizet.
De todas maneras, los sitios apuestan por una mayor colaboración con las marcas y con los poderes públicos para poder sensibilizar a los consumidores que compran falsificaciones.
© 2007 AFP