La Fiscalía Adjunta contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes pidió ocho años y medio de cárcel contra el sacerdote de apellidos Brenes Villalobos, detenido en enero del 2019 como sospechoso de abandonar a su sobrino, de 6 años, en el desierto de Arizona, Estados Unidos, en junio del 2018.
Según la representante del Ministerio Público, Paola Aragón, se trata de ocho años por el delito de tráfico ilícito de personas y seis meses adicionales por abandono de incapaz.
Este lunes, en la sala N.° 7 de los Tribunales de San José, la Fiscalía realizó la petición ante el tribunal que desde el 18 de abril comenzó el debate contra el sacerdote Brenes, de la Diócesis Tilarán Liberia. El hombre, desde su captura, fue destituido como párroco de la comunidad de San Jerónimo de Carrillo, por el obispo, Manuel Eugenio Salazar, con el fin de que afronte como debe ser el proceso judicial en su contra.
Para la Fiscalía, el hecho de dejarlo en el desierto constituye un delito de tráfico de personas, lo anterior pese a que el pasado 12 de mayo el sacerdote explicó que trasladó al niño con fines humanitarios, para ayudar a la exesposa de su hermano, quien como madre le insistía en el traslado y hasta consiguió los pasajes de ambos a México.
Brenes, de 51 años, afirmó ese día que el niño había caído en estados depresivos cuando le negaron la visa y vio caerse la posibilidad de unirse a su madre y a sus hermanas, de modo que ante el estado depresivo del niño, que vivía con su abuela materna en Palmares, decidió trasladarlo.
Un tío de la actual pareja de la madre fue quien llegó a México a topar al sacerdote y al niño, en el aeropuerto de Hermosillo, Sonora, y los llevó hasta la frontera, que para ese momento no tenía un muro, sino una cerca de madera que era fácil de atravesar.
El niño portaba su certificado de nacimiento y un papel con el número de teléfono de su madre, lo que facilitó el proceso de reunificación familiar en ese país.
Minor Zamora, representante legal del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), también realizó sus conclusiones este lunes y solicitó 10 años de cárcel por el delito de tráfico de personas y seis meses por el delito de abandono de incapaz.
El delito de tráfico ilícito de personas en modalidad agravada se castiga con penas entre seis y 10 años de prisión, mientras que el abandono de persona incapaz contempla penas de seis meses a tres años.
El último en desarrollar sus conclusiones fue Sebastián Mesén, abogado del cura, quien insistió en la libertad de Brenes Villalobos al aducir que la parte acusadora se basa en una acusación que contiene “mentiras groseras”, pues el sacerdote atendió el deseo de una mamá de estar con su hijo y el del menor de reencontrarse con ella.
El Tribunal está integrado por las juezas Krycia Zamora Pérez, Bianka Wiciak Chavarría y Mariana Ramón Fernández, quienes esta tarde, cuando la defensa termine sus conclusiones, definirán la fecha de sentencia.