Dos de los tres ocupantes de un vehículo liviano fallecieron ayer en un choque de frente contra un bus en el kilómetro 60 de la carretera Interamericana Sur, en Cañón de El Guarco, Cartago.
Las autoridades investigan si el autobús invadió el carril contrario cuando había neblina allí.
El accidente cobró la vida de Mauricio David Molina Alvarado (chofer, de 30 años) y Heinar Estribi Núñez (panameño. de 25). Las autoridades de socorro atendieron a 10 personas más: el tercer ocupante del carro (Marcos Ávila) y nueve pasajeros del bus.
La colisión ocurrió a las 11:50 a. m. El autobús, propiedad de la empresa Tracopa, se dirigía hacia la zona sur.
Lo conducía un hombre de apellido Mora, quien desde 1999 ha laborado para nueve empresas de transportes, entre estas Ticabús y Pulmitan de Liberia.
Las autoridades manejaban ayer la hipótesis de un fallido adelantamiento, con base en lo dicho por testigos. Esa versión la compartió el jefe policial de El Guarco, Carlos Alvarado.
Carlos Fallas, chofer de otro autobús que provenía de Panamá, dijo que a lo largo de la carretera se topó con bancos de neblina.
El director de la escuela de Cañón, Sergio Gómez, confirmó que a esa hora la visibilidad era casi nula. “Al escuchar el golpe, salimos y vimos el choque. De inmediato llamamos a la Policía”, declaró.
Varios de los pasajeros consultados se percataron del accidente por el golpe. El choque lanzó el Nissan Sentra B-14, matrícula 314479, fuera de la carretera.
“Venía dormido y escuché el golpe. Unos gritaban, otros lloraban. Creí que nos habíamos volcado”, expresó el pasajero Carlos Segura.
De los heridos, los pacientes del bus accidentado recibieron atención en un Ebais; el tercer ocupante del Nissan Sentra ingresó al Hospital Max Peralta (en Cartago) en condición delicada.
Mauricio David Molina era comerciante y residía en Paso Canoas, frontera con Panamá. Tenía un hijo de cuatro años.
“Vendí ese carro en noviembre o diciembre a un conocido: un mecánico de Pérez Zeledón (lo identificó solo como Adrián). Esa vez no hicimos el traspaso. Ayer (la víspera del accidente) Adrián me llamó para avisarme que lo había vendido y que el comprador me iba a llamar para que firmáramos el traspaso, pero nunca lo hizo”, indicó Ulloa, quien afirmó no conocer a las víctimas.