¿Cómo llega a Costa Rica?
Yo llegué aquí, la primera vez, hace como cinco años a hacer campamentos de baloncesto y a enseñar inglés. Llegué primero a San Ramón y por eso conozco a mucha gente de aquí. Viví con una familia y pasé como seis semanas (con ellos). Volví a Estados Unidos, donde era entrenador en una universidad de Oregon y empecé, con un compañero, un programa para traer estudiantes.
Llegué de nuevo hace como dos años (...). La primera vez llegué a San Ramón y me siento como que soy parte de la familia que me acogió en este lugar.
¿Hace cuánto está con ARBA y cómo es que llega?
Cuando llegué de nuevo a Costa Rica, empecé trabajando con un colegio en San Ramón donde laboraba mi familia de aquí; era el entrenador del equipo.
En ese proyecto yo conocí a mucha gente de San Ramón, en la comunidad del baloncesto. El año pasado, ellos estuvieron buscándome para entrenador y me preguntaron si estaba interesado en entrenar al equipo. Así empezamos el año pasado, en mayo.
¿Cómo es su experiencia en la Primera División de Costa Rica? ¿Cómo se compara con su país?
Primero, yo he aprendido mucho entrenando aquí. El baloncesto es muy diferente a como jugamos allá, en Estados Unidos, en todas las cosas: los árbitros, las reglas... es muy distinto. Yo entrené en una universidad privada que es NCAA nivel tres (tercera división de la liga universitaria) y el nivel de allá y aquí son parecidos.
Aquí hay mejores atletas físicamente, pero también en Costa Rica tenemos que trabajar muy duro en mejorar los fundamentos. Yo creo que aquí hay jugadores que tienen mucho talento para jugar baloncesto, pero los fundamentos son más bajos aquí que en Estados Unidos y por eso yo trabajo muy duro con los muchachos en el equipo.
Precisamente, usted se enfoca en practicar mucho lo básico con su equipo.
Sí. Es que para mí tenemos que empezar más temprano con los chicos en el baloncesto. Si un jugador empieza en el colegio, es muy tarde. En Estados Unidos nosotros empezamos como hacen ustedes aquí con el futbol.
¿Cómo se da la llegada de Gregory Platter? ¿Es el primer caso de un estadounidense que usted trae?
Cuando Darrell St. Rose se lesiona, tuvimos la oportunidad de buscar otro armador. Gregory es del mismo pueblo que yo en los Estados Unidos y lo conozco desde hace mucho. Cuando yo entrenaba, él jugaba en un colegio y lo contacté a ver si quería venir a jugar aquí por tres meses a terminar el campeonato y le pareció bien.
El jugó alero en la NCAA y quería venir aquí a jugar de distribuidor porque quiere jugar en Europa y otras ligas. Creo que fue una buena experiencia para él. Además ganamos el campeonato y le encantó San Ramón y todo el pueblo.
¿Cómo fue para usted ganar el primer campeonato de San Ramón en la Primera División?
Estuvo muy especial, no tengo... para mí es la mejor experiencia que yo he tenido en baloncesto. Con este pueblo, la afición y el equipo... Anoche (el domingo), cuando volvimos, todo el pueblo nos esperaba en el parque y estuvo muy lindo. Cuando jugamos en el campeonato, siempre llenaban el estadio.
Creo que San Ramón tiene un gran futuro en el baloncesto; hay muchos niños interesados.