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Puntarenas F.C. volvió revivir las sombras que atacaron a los mejores Saprissa, al conjunto morado que fue al Mundial de Clubes, al plantel tibaseño que dominó en los inicios de los 2000 y que era un espectáculo al mando de Hernán Medford y del mismo Jeaustin Campos, pero en otra época. No obstante aquel Monstruo siempre tenía problemas en el ‘Lito’ Pérez como volvió a suceder.
La S se topó en la Olla Mágica a un PFC intenso, entregado, fuerte y que demostró ambición por pasarle por encima al adversario. Los porteños sabían que al frente tenían un equipo diezmado; una escuadra no tan fuerte porque se quedó sin muchos jugadores que mostraban una gran forma.
Los morados extrañaron a Warren Madrigal, su joven revelación, quien le aporta intensidad por las bandas, también rapidez y habilidad; pero sobre todo los dirigidos por campos notaron sus serias deficiencias cuando su zona defensiva no es la regular.
Saprissa vio que es frágil en la táctica fija sin Kendall Waston, también notó que sin Fidel Escobar la zaga se vuelve muy fácil de penetrar porque Pablo Arboine no tiene el guardaespaldas que siempre se para detrás de él.
El cuadro puntarenense de Geiner Segura aprovechó muy bien esas debilidades y no perdonó cuando tuvo oportunidades.
Primero fue Asdrubal Gibbons el que en un tiro libre ganó en las alturas y dejó a Esteban Alvarado sin reacción; luego fue Daniel Quirós el que ganó espaldas, dejó tirado a Arboine y definió de buena forma ante el arquero morado.
Pero las acciones no quedaron ahí, porque por sector izquierdo Anthony Hernández penetró el área, no encontró un central como Escobar que lo frenara y sufrió falta de Ryan Bolaños para dar un penal. Ese lanzamiento lo logró transformar en gol Jurguens Montenegro. En 30 minutos 3 a 0... Puntarenas aplastó al Monstruo.
El debut en esta temporada de Esteban Alvarado como jugador del Monstruo no podía ser más frustrante, complicado y difícil. La cara del guardavallas era larga, su mirada perdida; él estaba totalmente entregado por su zona defensiva.
Los tintes de goleada asustaron Jeaustin, el entrenador monarca nacional movió el banquillo y metió a Javon East que entró con todo y en la primera pelota que tocó descontó.
El gol de Saprissa bajó el ímpetu puntarenense y además levantó el ánimo de una posible remontada en los de Tibás, empero Geiner Segura hizo un planteamiento conservador para el complemento para así cuidar una ventaja trascendental.
Los porteños apostaron por contragolpear y darle el balón a los morados; el Monstruo ante esto incluyó a sus mejores ofensivos del banco para conseguir dos dianas y estuvo a punto de lograrlo.
Marvin Angulo y Christian Bolaños fueron claves para que Saprissa tuviera ocasiones de gol, Bolaños tomó la pelota en media cancha y profundizó, mandó centros y rozó la celebración de cabeza; mientras que Angulo con su diestra educada colocó balones para buscar chances.
Al final hasta Esteban Alvarado estuvo a punto de empatar con un cabezazo en el último minuto, pero la pelota pasó por encima del arco de Guido Jiménez. Punto y aparte fue el arbitraje que volvió a ser polémico y provocó que Saprissa hablara que se sintió perjudicado, como lo dijo Mariano Torres en las declaraciones a TigoSports.
Saprissa perdió en Puntarenas, Alajuelense cazó al Monstruo y lo bajó de la primera posición.
