Artículo de opinión. Natalia Mills es un modelo de jugadora que quisiéramos ver más en nuestros torneos femeninos, pero aún más en los masculinos
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Por Víctor Chacón Rodríguez
El diccionario nos dice que la traducción de “mill” es molino. Agrega acepciones como moler, molienda, triturar, fresar (el hierro). Como sustantivo, “mills” es plural, es decir no solo uno, sino varios molinos. Pocas veces un apellido refleja tan fielmente el carácter de una jugadora de fútbol que parece multiplicarse en el terreno de juego, como Natalia Mills.
Natalia Mills convirtió el gol con el que Alajuelense le puso la cereza al pastel de la remontada ante Sporting y con el que las leonas se proclamaron pentacampeonas, en una final que acabó con un global de 5 a 4. (JOHN DURAN/ #Costa Rica )
El “molino” refiere a un trabajo constante, silencioso y sin pausa.
Así es el juego de esta espigada jugadora de Liga Deportiva Alajuelense, que eficientemente se desenvuelve, ora como volante, ora como atacante.
Hay molinos que llevan y traen agua, o muelen y trituran, producen energía, o moldean el metal en un ejercicio continuo e ilimitado.
Así se ve a Natalia, siempre corriendo, apoyando la defensa cuando es menester, abriendo espacios en la media cancha, trazando un pase quirúrgico al costado, rompiendo velozmente para colocar un centro desde la esquina, o descolgándose entre defensoras para golpear con un remate certero.
No es de las jugadoras que se distraen buscando las cámaras. No juega para lucirse con la tribuna, ni para convencer a la prensa. Las luces no suelen posarse en ella, y eso no la inquieta, porque su oficio es el del molino.
El economista Víctor Chacón Rodríguez decidió escribir este artículo de opinión sobre Natalia Mills.
El esfuerzo como religión, el esfuerzo más allá del deber, más allá de lo exigido, más allá de la propia energía. Es un gusto observarla, moverse por la alfombra verde, aguantando faltas sin poses ni reclamos, siempre concentrada en agregar el sacrificio personal al objetivo colectivo.
Un modelo que quisiéramos ver más frecuentemente en nuestros torneos femeninos, pero aún más en los masculinos.
Recientemente acabó nuestro torneo de fútbol mayor femenino, y el campeonato logrado por Alajuelense, tiene en Natalia una de sus artífices fundamentales.
Es difícil seleccionar a la mejor jugadora de nuestro máximo torneo, pues están descollando, en los diferentes equipos, jugadoras que ya son íconos de sus equipos. Pero no me cabe la menor duda que Natalia Mills se ubica en ese connotado grupo.
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