El Club Sport Cartaginés dio rienda suelta a su alegría al festejar el cuarto título en su historia, después de 81 años. No solo en las calles, con sus aficionados, sino también se vio reflejado en sus redes sociales al contestarle a Alajuelense, lo que consideraron en su momento algunos agravios a la institución.
En su página oficial, mediante una serie de publicaciones, le respondieron sutilmente a diferentes señalamientos de jugadores y cuerpo técnico rojinegros, que durante los cuatro partidos les hicieron, tras ganar en primera instancia la segunda fase y forzar a una final nacional y posteriormente dejarse el cetro en el propio Estadio Alejandro Morera Soto.
El primer choque de criterios fue cuando jugadores manudos como José Miguel Cubero y Johan Venegas, en medios de comunicación, señalaron el por qué celebraban los seguidores brumosos los triunfos, tras dejar en el camino a Herediano en semifinales y más tarde adueñarse de la segunda ronda.
Para el entrenador blanquiazul, Geiner Segura, no había razón de recriminar al festejo y animó a continuar haciéndolo a pesar de la molestia de los manudos.
Incluso el arquero Kevin Briceño, al terminar la final y con el título bajo el brazo, mandó un recado a Cubero al manifestar que la afición fue la que celebró y no los jugadores.
Los de la Vieja Metrópoli respondieron con un Meme ¿Les queda alguna duda del por qué celebramos?, en alusión al cetro ganado en el Morera Soto.
El segundo desliz fue del técnico Albert Rudé, quien señaló reiteradamente que habían perdido por detalles, sin darle mayor mérito a la labor de los brumosos.
En su Facebook le respondieron a Rudé con un: “El ‘detalle’ es que somos campeones”, en alusión al campeonato que le habían ganado en La Catedral rojinegra.
Finalmente, en su última publicación, el Cartaginés dio el buenos días a la afición con la frase: ¿Cómo amanecen después de una celebración caótica?, en mención a lo dicho por el volante Celso Borges, quien tras el primer duelo de la final afirmó que los de la Vieja Metrópoli practicaban un “fútbol caótico” de mucho pelotazo que les deba resultados.