No nos llamemos a engaño, ni “comamos vidrio”: los dos goles que marcó Brujas y que le permitieron rozar la hazaña ante el Joe Public fueron un espejismo.
Ese par de anotaciones, de Yosimar Arias y Andrés Núñez (62’ y 71’, de tiro libre y penal) que llevaron la pizarra de un sonrojante 3-0 a un maquillado 3-2, no deben ser el árbol que tapa el bosque: Brujas fue un fiasco en la Liga de Campeones de la Concacaf, un certamen que le quedó grande.
Sin embargo, André Toussiant mandó a la lona cualquier esperanza de hombrada y dejó en ilusión el esfuerzo hechicero de esos nueve minutos con la cuarta anotación (76’), que le daba el adiós definitivo a los afincados en Desamparados.
Ese gol dejó el marcador global, que a fin de cuentas es el que decide el ganador de la serie, en un 6 a 4 en contra de Brujas.
Si a esos seis goles le sumamos los cinco que le endilgó Puntarenas el domingo, por la fecha dos del Invierno 2010, veremos, sin mayor esfuerzo y con riesgo de parecer obvios, la terrible fragilidad de este equipo desamparadeño.
En todo caso, los hechiceros “cumplieron” los malos augurios de la semana pasada, que anticipaba su eliminación de la serie, tras el empate a dos –concedido de última hora– ante los ahijados de Jack Warner, presidente de la Concacaf.
Si el miércoles anterior Brujas tuvo un cierre de espanto al conceder el empate en tiempo de descuento, anoche tuvo un primer tiempo de espanto al recibir una tunda de tres goles.
Kerry Baptiste (8’), Deon Carlyle Mitchell (38’) y Miqueas Lewis (en el tercer minuto del descuento de la primera mitad) “le sacaron los colores” a los hechiceros, quienes demostraron una falta atroz de pericia para defender.
Malas coberturas, un pésimo posicionamiento, despistes infantiles: el sistema defensivo de Brujas se reveló de caricatura y el partido dejó de tener historia.
Con el juego y la eliminatoria decidida, el Joe Public entendió que la suerte estaba echada, aunque cometió un error grave: se fue del partido antes de tiempo y dio espacio a la reacción tica.
Al final pudo retomar el hilo del juego, avanzó a la fase de grupos y le dejó un morete más al orgullo del futbol costarricense.
Brujas se despide con la cabeza gacha de su primera incursión internacional; pero solo se suma al largo desfile de fracasados.