El exjugador Johnny Woodly está al frente de la Asociación de Entrenadores y busca defender los derechos de los hombres que se sientan en los banquillos. (Jorge Castillo)
La Asociación de Entrenadores de Costa Rica, que preside el exjugador Johnny Woodly, hizo un llamado a sus agremiados a tomar medidas y grabarse en los banquillos, con el fin de que los silbateros no desvirtuen el informe arbitral y pongan palabras o frases que ellos no dijeron durante el juego.
Dicha medida, avalada por la Asociación, busca evitar que los técnicos sean sancionados, según ellos, por informes que no se apegan a la verdad y por el contrario los perjudican ampliamente, con sanciones desmedidas, tanto en lo económico como en juegos de suspensión.
El técnico del Municipal Grecia, Mauricio Wright, fue el primero en dar un paso al frente, al asegurar que irá hasta las últimas consecuencias tras ser sancionado luego de la intervención del réferi Ricardo Montero, en su debut con el conjunto con el Municipal Grecia ante Sporting (2-1), en el presente Torneo de Clausura 2023.
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De acuerdo con la Asociación, la medida de grabarse no es para pelear con los árbitros, sino por el contrario, evitar que se pongan frases u ofensas inapropiadas en los informes que ellos no dijeron y por las cuales son castigados.
Ofendido y desilusionado
El entrenador del cuadro griego aseguró estar preocupado por el actuar de Montero, en el compromiso ante Sporting, que le costó tres partidos de suspensión, apenas en su debut.
“La verdad me sentí ofendido, desilusionado. Es grave y delicado lo que está pasando. No queremos perjudicar a nadie, pero alterar un acta arbitral es una mala señal. Debemos mantener la transparencia. Nosotros como entrenadores somos gente importante, valiosa, que nos capacitamos con nuestro propio dinero y pedimos respeto”, comentó Wright.
Mauricio aseguró que él no utiliza los epítetos u ofensas que reportó Montero en el informe, que supuestamente dijo contra el cuarteto arbitral y tampoco el vocabulario inapropiado que se mencionó en el documento.
Federico Campos, representante legal de la Asociación de Entrenadores, explicó que en caso de comprobar que se insertaron hechos que no son ciertos en un informe arbitral, es un delito por falsificación de documentos, lo cual puede ser sancionado penalmente.
De allí la importancia que los entrenadores puedan tener la oportunidad de grabarse o bien ser grabados por su asistente, para, que en caso de no ser ciertas las acusaciones, pueda comprobarse que los árbitros están faltando a la verdad.
Según explicó Johnny Woodly, los técnicos tienen la potestad de permitir ser grabados en los partidos, de allí la exhortación a utilizar esa herramienta para así poder aclarar qué es lo que está pasando en el partido y que no se vean afectados.
“Nos parece que autorizar ser grabados puede ser una prueba contundente para su defensa. Así se lo hacemos ver a los entrenadores de la Primera División, la Liga de Ascenso o el fútbol femenino y los invitamos a usarla. Nosotros no estamos contra la Comisión de Arbitraje, la Unafut o la Fedefutbol. Por el contrario, tenemos buenos proyectos para mejorar el fútbol de Costa Rica”, reiteró Woodly.