
La forma en la que Albert Rudé celebró ese gol agónico de José Miguel Cubero contra Herediano no necesita mucha explicación para saber lo que esta victoria (2-1) significa para él.
Parecía un desahogo total, porque logró quitarse de encima los señalamientos de que era un técnico que no lograba ganarle a ningún rival directo por el título; pero también, porque quería ver a sus hombres con el espíritu y la entrega con la que afrontaron un partido muy bravo.
Un duelo en el que el diluvio tomó protagonismo y en el que la Liga tuvo que redoblar esfuerzos a partir del momento en el que Leonel Moreira salió expulsado.
Así, con diez hombres y con un gol en la última jugada, Rudé tenía todo el derecho de volverse loco al igual que los liguistas que en las gradas llevaron agua durante todo el partido.
Una muestra de unión y de respaldo al técnico se dio cuando Johan Venegas anotó desde el manchón blanco. El atacante corrió hasta el banquillo y festejó su tanto con el técnico español.
Pero el propio Rudé dice que más que desahogo era la euforia y las ganas de poder conectar con todo lo que dio la afición en las graderías, que apoyó hasta el final.
“Ganas de conectar con todos mis jugadores que han dado el alma para poder sacar este resultado, porque detrás de esto hay mucho trabajo y a veces te quedas con diez y el trabajo no se ve plasmado en el resultado y es una plena, sobre todo para quienes estamos trabajando tanto”, expresó Albert Rudé.
Por eso señala que esta victoria es importantísima, por la forma en que se gestó y que esa euforia final va dedicada a toda la afición.
También destaca que para Alajuelense era importante poder sacar este tipo de partidos y considera que hacerlo con diez hombres, da más valor, máxime que vienen entrenando la parte mental y psicológica.
Para él, si en un partido así el grupo como tal no cree, es muy difícil sacar los tres puntos.
“Está toda esa parte psicológica, mental, que nos hace más fuertes y nos mantiene más unidos y eso puede jugar un rol capital en las fases finales y estamos muy contentos que pasara de esa forma para quedarnos con esa sensación y poder reproducirla en fases finales. Si estamos fuertes, nos va a acercar más al campeonato”, citó el español.
Rudé elogia a sus hombres, pero Johan Venegas aseguró que los jugadores se lo dedicaron a su entrenador. Escucharlo lo sorprendió, pero es una evidencia propia del respaldo.
“Yo lo que puedo decir es que estamos comprometidos en el trabajo y ellos ven las horas que invertimos para prepararlo todo y cuando no se te da no quiere decir que no haya preparación. Yo los pongo a trabajar y quienes trabajan son ellos. Quienes tienen fatiga son ellos y yo giro la tortilla, esta victoria es para ellos”, aseveró el timonel rojinegro.
Dijo que él simplemente creyó en el equipo y que mantuvo el 4-4-1 y no poner línea de cinco, a pesar de que el empate le servía de igual forma a la Liga.
“Yo creí en el equipo porque sabía que lo podía sacar y han sido ellos, 100% y por eso esta victoria va dedicada a ellos”, reiteró.
Algo más que Rudé explicó tras el triunfo contra Herediano es que él habló de golpe en la mesa, pero no hacia lo externo, sino para lo interno.
“No lo veo como un golpe a la mesa hacia afuera, sino para nosotros. Demostrarnos que estamos para lo que todos ansiamos y hemos dado un paso muy importante por esa unión y ese trabajo y si estamos fuertes nos va a acercar a ganar el campeonato”, apuntó.
Empero, de una vez advirtió que Alajuelense aún no ha ganado nada. Simplemente que era un resultado más que necesario, en el momento indicado para asegurar ese primer lugar de forma temprana.
Ahora, Alajuelense podría pensar en darle tregua y descanso a los hombres que han llevado más trajín, preparándolos de una vez para esas semifinales, que serán después del repechaje de la Selección Nacional.
Pase lo que pase, la Liga ya tiene asegurada su presencia en la gran final, en caso de que esa instancia sea necesaria.
El partido pasado por agua dejó un dulce sabor al liguismo, a esa afición que no le importó mojarse durante todo el encuentro, con tal de conquistar una victoria.
Desde los minutos iniciales, Alajuelense se le fue encima a Herediano, pero no lograba reflejarlo en el marcador, a pesar de los múltiples intentos.
Los florenses la pasaron muy mal en el primer tiempo. Aún así, los manudos no lograron ser más contundentes. Abrieron la cuenta con un penal de Johan Venegas. Una acción que Juan Gabriel Calderón sancionó cuando Ariel Soto abrazó y botó a José Miguel Cubero.
Cuando menos parecía que el ‘Team’ reaccionaba, empató con Yeltsin Tejeda.
En el complemento, los rojiamarillos se crecieron, le surtían efecto las variantes ofensivas y se dio la expulsión de Leonel Moreira, por una falta contra Gerson Torres tras un error de Ian Lawrence.
Aunque el partido tenía otra cara y Gerson Torres, Kennedy Rocha y Jonathan McDonald no se cansaban de generar peligro, la Liga tampoco se daba por menos.
José Miguel Cubero había hecho un gran partido, pero se lució primero al incomodar a McDonald, en una acción que perfectamente pudo ser el tanto florense.
Y llegó la última jugada. Con diez hombres, la Liga logró el gol más ansiado, el que desató una verdadera locura en el Morera Soto. Una acción en la que Josimar Alcócer tuvo mucho que ver.
Un gol agónico de Cubero que le depara tres puntos más a Alajuelense y que le da el liderato general, que convierte a los rojinegros en superlíderes.