El Consejo Nacional de Producción (CNP) es una institución que no ha sabido leer los signos de cambio socioeconómicos y políticos de los últimos tiempos. Desde hace muchos años, sufre una grave crisis técnica y financiera porque ya cumplió su ciclo; prueba de esto es que se convirtió en un simple intermediario estatal, que vende alimentos y abarrotes muy caros a los comedores de centros educativos, cárceles y delegaciones policiales, pues su ley constitutiva indica que tales entidades deben comprar sus suministros alimentarios al CNP, pese a que una auditoría efectuada recientemente por la Contraloría General de la República demuestra que es más barato comprar esos alimentos en los supermercados.
Resulta injusto que escuelas y colegios tengan que pagar precios caprichosos, pudiendo comprar en sus comunidades a precios más ventajosos.
Esta obligación de compra debe eliminarse, que cada escuela, colegio o delegación tenga plena libertad de escoger su propio proveedor de forma transparente. De ese modo, se reactiva la economía y se genera empleo porque habría participación de la pequeña y mediana empresa.
Ramiro H. Jiménez Rodríguez
San José
Otro Banco Popular
Un cliente del Banco Popular publicó en esta sección, este 11 de abril, un reconocimiento por el buen servicio recibido en las sucursales de Pavas, Cariari y Heredia.
Todo lo contrario sucede en la sucursal de Paraíso de Cartago. El sistema es ineficiente, tanto que para llevar a cabo una simple transacción en el cajero, me tomó, hace pocos días, cerca de 45 minutos, y únicamente había dos personas antes que yo. Me dio tiempo de ir a Oreamuno y volver para ser atendido.
Es insoportable la parsimonia con la que el personal lleva a cabo sus labores. Para colmo, solamente tienen dos personas en las cajas; el resto permanece en amena conversación o haciendo que realizan otras labores.
Solicito a los administradores del Banco verificar mi queja. A los mismos oficiales de seguridad les da vergüenza tanta lentitud.
Juan Carlos Mora Molina
Cartago
Ideas para ayudar
Después de escuchar sobre una excelente iniciativa en un programa español, me di a la tarea de investigar y conocí la historia de unas personas en Dinamarca que hace dos años vieron cuando en un restaurante botaban la comida no vendida. Así, surgió la idea de recuperar esos alimentos para venderlos por un tercio de su precio original.
Luego de constatar que varias personas estaban trabajando en estrategias similares, crearon un app en la que el usuario encuentra una lista de locales participantes, entre los que hay restaurantes, panaderías, fruterías, hoteles y supermercados.
El sistema está regido por normas que le permiten al comercio cancelar un pedido si no hubo sobrante, así como la franja horaria que el local establece para retirar el producto. El usuario desconoce la cantidad o el contenido del paquete que contrata, aunque tiene una idea de acuerdo con el tipo de restaurante que escoja.
La iniciativa ha crecido rápidamente y se encuentra en ocho países europeos y cuenta ya con 5 millones de usuarios.
Es un proyecto en el que gana el comercio y gana el consumidor. Iniciativas similares son dignas de considerar en nuestro país. Lo que se dona no termina en la basura y, a la vez, ayuda a muchas personas que viven situaciones económicas complicadas o no cuentan con tiempo para preparar sus alimentos.
Ana Catalina Araya Pereira
Tibás
Competencia nociva
Las televisoras crean programas que llaman a la reflexión y al cuidado para que nuestros hijos de corta edad no empiecen a contaminarse viendo sin censura, en horas de la tarde, tratar temas como el uso de juguetes sexuales, la generación de fluidos corporales y la idolatría a la belleza física, como si los seres humanos no valieran por su inteligencia y sus emociones. Así de censurable es la llamada “telebasura”.
El problema es insuperable porque los índices de audiencia son muy altos, y donde hay dinero de por medio a nadie le importa lo moral.
Algunos conductores, con una retórica invasiva, tienen el poder de las palabras y son personas sumamente influyentes en los jóvenes que no cuentan con una guía en sus vidas.
Albán Rugama Dávila
Barrio México
Sí y no de la tecnología
Gracias a los cambios tecnológicos existe hoy un gran avance en la movilización y el desarrollo del pueblo. El más extraordinario ha sido originado por la facilidad que ofrece la Internet. Toda persona, desde un teléfono celular con Internet, tiene fácil acceso a videos de diversos tipos, obtiene guías para movilizarse y orientarse o para conseguir direcciones o solicitar un taxi o comida.
Los atletas ven videos al instante y observan las fallas para no volver a cometerlas. Todos esos adelantos ayudan día tras día al crecimiento del comercio y el turismo, y facilitan las labores institucionales y las relaciones humanas.
También tiene efectos negativos, que no se deben descuidar porque la tecnología pone al alcance de la mano informaciones tentadoras, que antes no existían.
Jaime Morera Monge
Alajuela
Brote de diarrea
La noticia sobre brotes de diarrea en escuelas (La Nación, 10/4/19) es para preocuparse. El Ministerio de Salud debe llamar la atención a la jerarca del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), pues la escasez, que impide el cumplimiento del derecho humano al agua en calidad y cantidad adecuadas, tiene causas reconocidas: el AyA pierde de sus cañerías, por fugas, agua para más de dos millones de personas; el desperdicio en Ojo de Agua, suficiente para abastecer a unas 140.000 habitantes; y la incompetencia institucional, que impide ejecutar el gran proyecto de agua potable Orosi II.
Freddy Pacheco León
Heredia