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El canciller Manuel González, el presidente de la República, Luis Guillermo Solís; y la represente de Costa Rica ante la ONU en Suiza, Elayne Whyte, posan con una copia del tratado que prohíbe el uso de las armas nucleares. (Cortesía de Casa Presidencia)
La diplomática costarricense Elayne Whyte Gómez declaró este miércoles que el tratado para prohibir las armas nucleares, aprobado el 7 de julio en la ONU, es un primer paso en pos de erradicar el uso de este armamento de destrucción masiva en todo el globo.
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Si bien el tratado no lo aprobaron los países con arsenal nuclear, que se opusieron a participar en el proceso de negociación liderado por Costa Rica, Whyte afirmó que el texto se convierte en la base jurídica a partir de la cual la humanidad podrá pujar por la erradicación de este armamento.
"El mundo sin armas nucleares con el que soñamos todos está más cerca. El aprobar un tratado de prohibición es un primer paso (...). Este tratado viene a llenar un vacío legal porque en el derecho internacional las armas nucleares eran las únicas que no habían sido prohibidas. Dentro de las armas de destrucción masiva, las biológicas o químicas que ya estaban prohibidas desde tiempo atrás", dijo la embajadora ante los organismos de la ONU con sede en Ginebra, Suiza.
A ella le correspondió liderar la conferencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) contra las armas nucleares, la cual culminó en Nueva York con la aprobación del tratado por parte de 122 de los 193 países miembros.
Bajo este panorama, la diplomática costarricense, de 52 años, considera que el trabajo aún no concluye, pues ahora los esfuerzos de deben centrar en tratar de convencer a la totalidad de los miembros a adoptar el tratado.
Whyte se enfocará en conseguir, a la brevedad posible, que 50 estados firmen el tratado para que este entre en vigor. Esa etapa de rúbricas empezará el próximo 20 de setiembre, en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, Estados Unidos.
Posteriormente, cada país deberá ratificar el acuerdo según su legislación interna. En el caso de Costa Rica, debe contar con la aprobación de la Asamblea Legislativa para que se convierta en ley de la República.
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El canciller Manuel González agregó: "Seguiremos trabajando de previo a la firma y con posterioridad en la universalización, queremos que todos los países del mundo se comprometan con esto. Hay dificultades por supuesto, porque los países que tienen este tipo de armas no están de nuestro lado, son países poderosos y harán sus gestiones para poner más obstáculos, pero no es imposible, con el tiempo y el compromiso lo vamos a lograr".
"También trabajaremos en la estigmatización de este tipo de armas. Se abre una gran oportunidad no solamente para los países, sino para la sociedad civil, que ahora tendrá una base jurídica clara, determinada, como es un tratado, para manifestarse con mayor claridad y ser mucho más locales en la estigmatización de este tipo de armas".
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Felicitación presidencial. Esas declaraciones las ofrecieron en Casa Presidencia, después de sostener una reunión con mandatario Luis Guillermo Solís, quien dijo que la adopción del tratado "no es cosa menor", como un "logro extraordinario" y que va en la línea de la lucha contra el cambio climático.
Solís le restó importancia a quienes quieren socavar el tratado ante la negativa de potencias nucleares como Estados Unidos, Reino Unido, China, Francia, Israel, India, Pakistán y Corea del Norte.
"Con mezquidad algunas voces han insinuado que el hecho de que solo 122 naciones hayan suscrito este tratado y no toda la humanidad —especialmente las naciones poseedoras de armas nucleares— es una expresión del fracaso de esta iniciativa. Esa voces caerán por su propio peso porque creo que los alcances de este tratado están todavía por verse y trascenderán muchísimo el horizonte de nuestros tiempos", declaró el gobernante.
Este tratado fue adoptado el 7 de julio con 122 votos a favor, un voto en contra de Holanda y una abstención de Singapur.