La Corte Internacional de Justicia (CIJ) le denegó este viernes a Nicaragua las medidas cautelares contra Costa Rica exigidas a causa de presuntos impactos ambientales causados por la construcción la trocha fronteriza, paralela al río San Juan, del lado costarricense de la frontera.
La Corte, con sede en La Haya, determinó, por unanimidad, que los alegatos de Managua no demostraban la existencia de un "riesgo real e inminente" y que por lo tanto no justificaban "el ejercicio de su poder de indicar medidas cautelares".
El fallo se refiere a un pedido de Managua contra el gobierno costarricense por considerar que la obra ha provocado severos daños ambientales y que debió ser consultada previamente con las autoridades nicaragüenses.
Nicaragua calificó de "pesadilla medioambiental" la construcción de la trocha fronteriza 1856 por parte de Costa Rica. Así lo exteriorizó en la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Holanda.
Para Nicaragua la trocha, de unos 130 kilómetros, causó erosión y sedimentación en el río San Juan.
Pero la corte desestimó esa demanda, al considerar que "Nicaragua no ha (...) establecido la existencia de un riesgo real e inminente de un perjucio irreparable contra los derechos que invoca".
Nicaragua alegaba daños al ecosistema, que afectarían principalmente a las especies de la zona.
Pero la Corte señaló que los argumentos presentados "no explican de qué manera esas especies podrían verse específicamente amenazadas por las obras de construcción de la carretera ni indican con precisión cuáles son [las especies] que podrían verse afectadas"
Esta es la segunda vez en menos de un mes que la Corte da razón a Costa Rica.
En noviembre, el juez ordenó a Nicaragua retirarse del sector conocido como Isla Calero o Isla Portillos (Harbour Head para los nicaragüenses) en el extremo norte de la zona fronteriza.