Las fuerzas de seguridad lograron retomar el control del edificio unas tres horas después de que hombres armados atacaran el inmueble y se atrincherasen en él, confirmó el general Hadi Arzaig, jefe de la policía de la provincia de Al Anbar.
“Se ha matado a los seis terroristas en el interior del edificio donde se escondían y la situación está bajo control de la policía”, explicó el general.
“Hemos recibido los cadáveres de siete policías y a 19 heridos, de ellos 16 policías y tres civiles”, anunció por su parte una fuente del hospital general de Ramadi.
Los atentados comenzaron con la explosión de cuatro coches bomba cerca de una mezquita y de un local de la policía. Posteriormente, dos kamikazes hicieron explotar sus cargas explosivas ante el centro policial, antes de que éste fuera atacado, según fuentes policiales.
El sábado, al menos 53 personas, entre ellas muchos niños y mujeres, murieron en un atentado suicida en Irak, en plena conmemoración del Arbain, una de las principales celebraciones religiosas chiitas.
Esta ola de violencia se produce en plena crisis política que opone a dirigentes sunitas y chiitas desde hace cerca de un mes, y que no parece encaminarse hacia una solución.