“Aquí no hay ganadores” , afirmó Obama horas después de firmar una medida de último momento del Congreso libre de las exigencias republicanas que provocaron el estancamiento.
El acuerdo permitió a los trabajadores federales retornar a sus tareas y despejó la amenaza de que la nación incurra en cesación de pagos de su deuda, al menos por este año.
El Congreso aprobó el miércoles en la noche la financiación del Gobierno hasta el 15 de enero y otorgó autoridad para tomar recursos financieros prestados hasta el 7 de febrero.
“El pueblo estadounidense está completamente hastiado de Washington”, expresó Obama en declaraciones contundentes desde la Casa Blanca.
Con la esperanza de evitar otro estancamiento cuando se agote la medida recién acordada, los cuatro principales redactores del presupuesto en el Congreso se reunieron en un desayuno de trabajo para iniciar nuevas conversaciones sobre el tema.
El presidente los exhortó a poner de lado sus diferencias partidistas y trabajar para encontrar un terreno común.