“¿Dónde están los abejones?”, se pregunta la gente en la calle y, aunque no hay cifras oficiales sobre el descenso de las poblaciones de estos insectos, expertos comentan que la disminución existe y es muy evidente.
Los embates del clima, el uso de plaguicidas y la reducción de zonas verdes son las razones asociadas a la desaparición de estos coleópteros o escarabajos, muy presentes en la vida de los costarricenses.
“Lo de los plaguicidas se debe a que el abejón, en su etapa de larva, es considerado una plaga. Los agricultores lo llaman joboto, un gusano que se alimenta de las raíces y materia orgánica”, explica Ángel Solís, biólogo experto en coleópteros del Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio).
“Por años se han utilizado plaguicidas en contra de ellos”, añadió Solís.
Abejones de abril. El biólogo indica que el cambio climático mundial y local interrumpe el ciclo de vida de los abejones.
Según los estudios del INBio y la Universidad de Costa Rica (UCR), con las primeras lluvias del invierno estos escarabajos saben que es el momento de salir de la tierra para copular.
Pero si llega un temporal en verano provocará que los abejones salgan antes de tiempo y, en la mayoría de los casos, el suelo no será lo suficientemente húmedo para que sus huevos sobrevivan.
“Esto pasa sobre todo en la zona sur, donde las lluvias se han adelantado tanto que los abejones ya no son de mayo, sino que son abejones de abril”, dijo el biólogo.
Para los científicos de la UCR, la disminución en la cantidad de abejones también llama la atención. Federico Paniagua, especialista del Museo de Insectos de la UCR, dice que otra de las razones que se cita en “la baja de abejones” es la disminución de cultivos y áreas verdes en el país.