Tres cabañas de hospedaje para guardaparques con su menaje completo, así como equipo que ayudará en el patrullaje del área marina protegida, fueron parte de las donaciones que recibió ayer el Área de Conservación Marina Isla del Coco (ACMIC).
“Para nosotros, esto es motivo de alegría. Nos llena de orgullo ver que tanta gente se ha unido para mejorar la calidad de vida de nuestros compañeros y ayudarlos en su labor”, comentó Fernando Quirós, director del ACMIC.
Las seis donaciones fueron gestionadas por la Fundación de Amigos de la Isla del Coco (Faico). En total, lo recaudado asciende a $257.000; es decir, ¢133 millones aproximadamente.
Para Carlos Uribe, presidente de Faico, este es un esfuerzo conjunto de organizaciones, embajadas y empresas en favor de la protección de un ecosistema que es patrimonio natural de la humanidad.
Esto permitirá alojar a 23 guardaparques que laboran en la Isla, sita en el océano Pcífico.
Asimismo, el Grupo Cuestamoras Internacional, así como Valdesol, Maderas Kodiak, Fundación MarViva y la Asociación Nacional de Voluntarios Ambientales (ASVO) contribuyeron en la construcción de estas cabañas.
En honor a los donantes, los módulos se llamarán Villa Princesa Máxima, Villa Príncipe Guillermo Alejandro y Villa Japonesa.
Por su parte, la empresa SC Johnson de Centroamérica donó el menaje, el cual consiste en camas y colchones, guardarropas, mesas de trabajo, cortinas, ropa de cama y almohadas, entre otros.
En cuanto a equipo de patrullaje, la embajada japonesa donó un generador eléctrico para la embarcación
Asimismo, Avon de Costa Rica – gracias a su campaña “Salvemos el planeta”– adquirió un bote inflable y un motor fuera de borda que será usado en labores administrativas.
En el grupo de donantes también está la empresa El Mediterráneo Azul, que regaló 57 pares de zapatos de tres tipos diferentes: montaña, acuáticos y sandalias. El objetivo es proteger la integridad del guardaparque cuando realiza diversas funciones en el parque.
Igualmente, la Alianza Faico– Aeris logró recaudar $3.000 en las alcancías instaladas en el Aeropuerto Juan Santamaría. Este dinero permitió adquirir 19 chalecos salvavidas.