Mientras Arnoldo Alemán fue presidente de Nicaragua, él y su familia tomaron $100 millones por el saqueo de fondos del erario y cuentas de agencias de gobierno y ministerios controlados por sus socios.
La afirmación se refleja en una cable diplomático de la Embajada de EE. UU. en Managua titulado “Los crímenes de Arnoldo Alemán y su familia”, filtrado por Wikileaks.
El mensaje del 5 de mayo del 2006, añade que Alemán, su familia y colaboradores usaron variedad de esquemas para tomar y lavar dinero del Gobierno, pero la mayoría de fondos se lavó a través de empresas fantasma y cuentas en Panamá, los EE. UU. y República Dominicana.
“Una vez lavado el dinero robado, Alemán lo usó para apoyar el lujoso estilo de vida de su familia, así como para sobornar y recompensar a sus aliados políticos, manipular instituciones y mantener su poder político”, afirma el texto enviado por el exembajador de EE. UU. en Managua, Paul J. Trivelli.
Trivelli indica que familiares de Alemán involucrados en el lavado incluyen a su esposa María Fernanda Flores de Alemán, el padre de esta, José Antonio Flores Lovo, los hijos de la pareja, María Dolores, María Alejandra y Carlos Miguel.
Todos firmaron documentos para abrir empresas fantasma, cuentas y otras diligencias para acceder al dinero público.
“Los casos antes mencionados destacan solo una pequeña fracción de los muchos esquemas de corrupción que Arnoldo Alemán y su familia organizaron durante su presidencia”, destaca Trivelli.
Cómo lo gastaron. Como presidente (1997-2002), Alemán y su familia gastaron el dinero de los contribuyentes volando por todo el mundo en “viajes oficiales” a sitios como Miami, Roma y Estocolmo, enfatiza Trivelli.
“Estos viajes eran en realidad vacaciones familiares, con la familia utilizando frecuentemente tarjetas de crédito del Gobierno para gastar decenas de miles de dólares en una sola tarde en joyería, ropa y otras compras personales en centros comerciales”, detalla el cable.
Mientras el pueblo de Nicaragua se recuperaba en 1999 de los devastadores efectos del huracán Mitch, Alemán llevó a todo el clan familiar a Suecia a una cita oficial para reconstruir Nicaragua para que la familia pudiera vacacionar y hacer compras a expensas del Gobierno.
En este y otros viajes, asegura el diplomático estadounidense, Alemán y su familia consumieron casi $2 millones en gastos personales pagados con tarjetas de crédito del Gobierno .