El cálculo electoral fue determinante en la votación efectuada este martes, en la Asamblea Legislativa, sobre el levantamiento de la inmunidad del presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, para afrontar una investigación por 15 denuncias de presunta beligerancia política.
La medición de los efectos electorales de la decisión que estaban tomando estuvo presente en la mayoría de las intervenciones de los congresistas, tanto los que votaron en contra del desafuero, para salvar a Chaves del trámite por beligerancia, como de varios que votaron a favor, y así lo revelaron.
El levantamiento de la inmunidad fracasó por tres votos, pues solamente lo avalaron 35 congresistas y se requería la aprobación de dos tercios de la Asamblea, es decir, 38 legisladores.
Originalmente, se tenía prevista la presencia de Chaves, pues así lo había anunciado la vocera de la fracción chavista, Pilar Cisneros, a los demás jefes de las bancadas; sin embargo, temprano el martes, anunció que ya no iría, pues alegó que no estaban las reglas claras para el debate. Dicha afirmación fue luego desmentida por la Asamblea, pues se le enviaron las reglas establecidas desde el miércoles 9 de diciembre.
Aunque la diputada liberacionista Sonia Rojas anunció a última hora que no asistiría este martes, pues se sometió a una cirugía estética, se sumó la diputada Sofía Guillén, del Frente Amplio (FA), quien llegó a votar pese a estar en su licencia de maternidad.
También llegó un voto inesperado, pero insuficiente, el del independiente Luis Diego Vargas, quien esta vez se mantuvo en el plenario al momento de la votación.
La mayoría de los votos a favor del levantamiento de la inmunidad fueron de los liberacionistas, que aportaron 16, mientras que los frenteamplistas votaron de forma unánime por el desafuero y una minoría de la Unidad Social Cristiana (PUSC), con cuatro votos, así como seis independientes, los dos miembros del Partido Liberal Progresista (PLP) y Luz Mary Alpízar, del Partido Progreso Social Democrático (PPSD).
Los 21 votos que salvaron a Rodrigo Chaves del levantamiento de su inmunidad fueron los ocho chavistas del PPSD, liderados por Pilar Cisneros; la mayoría del PUSC, o sea, cinco votos; los seis integrantes de Nueva República (PNR), el independiente Gilberth Jiménez y la liberacionista Carolina Delgado.
Medición de los efectos electorales de la decisión
El presidente de la Asamblea, Rodrigo Arias, dijo que la Asamblea cumplió con la obligación de tramitar la solicitud del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) para levantar la inmunidad a Rodrigo Chaves y seguir con la investigación a fondo de 15 denuncias contra el presidente por supuesta beligerancia política.
El jerarca aseguró que, entre la diversidad de criterios que influyeron la votación, algunos priorizaron los criterios electorales.
Leslye Bojorges, del PUSC, aseguró que, si los opositores hubieran logrado los 38 votos para el desafuero, “Laura Fernández (candidata presidencial del chavismo) ganará en primera ronda las elecciones, contundentemente”.
Como un oficialista más, Bojorges les habló a las demás fracciones políticas, y les dijo: “Esta oposición pasará a la historia como la oposición más perdedora de todas. Ustedes, la oposición, no aprenden. Es como echarle serenatas a una hierba, no pegan una”.
Por su parte, la también socialcristiana Daniela Rojas, quien votó a favor, reconoció que hizo esfuerzos para que el desafuero no se pusiera a votación este martes, a un mes y medio de las elecciones nacionales.
“Espero estar equivocada, pero me temo que está siendo un grave error. Creo que es una torpeza absoluta de quienes propusieron esta fecha. Poco se aprendió del proceso pasado. En nada, en nada beneficia esto al proceso electoral que estamos viviendo”, dijo.
Carlos Felipe García, también del PUSC, declaró que, antes de pensar en la campaña electoral y en un eventual gane de la oficialista Laura Fernández, está la responsabilidad que tiene como diputado hasta el 30 de abril.
“La torpeza fue acá, en haber puesto esto en discusión un 16 de diciembre, a menos de seis semanas de que los costarricenses vayan a las urnas y deban tomar una decisión”, indicó.
La que más centró su discurso en los efectos electorales fue María Marta Carballo, de la Unidad, quien dijo que muchos actores políticos, instituciones y poderes de la República hicieron a Chaves protagonista de la campaña electoral.
“Las ideas, las propuestas y las soluciones que requiere este país han pasado a segundo plano, para dedicarse a convertir al presidente de la República, en el centro de esta campaña electoral, vean ustedes qué gravedad”, dijo Carballo, en sintonía con los chavistas.
Fabricio Alvarado, cuyo partido fue determinante para salvar al presidente del desafuero, aseguró que era una equivocación pensar que se podía golpear electoralmente al presidente Chaves aprobando el levantamiento de su inmunidad.
“Sí, señores, nadie puede negar acá que Rodrigo Chaves tiene aspiraciones electorales. A la vez, no podemos negar que quienes quieren golpear a Chaves lo hacen pensando en lo electoral”, alegó.
Alvarado, quien es candidato presidencial, además de congresista, alegó que “van a seguir metiendo en la campaña un tema que no es de campaña”, en referencia a la eventual llegada de una tercera solicitud de levantamiento de inmunidad para Rodrigo Chaves, por la acusación penal referida a las presuntas estructuras paralelas de financiamiento de su campaña, en 2022.
“Me atacan y me dicen que estoy fundamentando mi discurso en la campaña electoral, y la decisión de muchos de ustedes y la insistencia de muchos de ustedes con este tema, no me lo nieguen, tiene que ver con el tema de la campaña electoral, porque quieren ver cómo se bajan a Chaves, y lo vacilón es que entre más intentan darle, más lo levanten, todavía podemos evitar que esa gente gane”, indicó Alvarado.

