El telón de las conferencias del presidente de la República, Rodrigo Chaves, cayó este miércoles, durante un último acto que estuvo tan apegado al guion de los ataques contra sus enemigos políticos como el primer día, pero sazonado de numerosas referencias a lo que ha llamado una “mordaza” de parte del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
“Me despido. Yo no voy a causar desórdenes civiles, obedezco, aunque no lo respeto”, dijo el mandatario, al cierre de su diatriba, luego de asegurar que algo hará para “encontrarle la comba al palo” y seguir “denunciando cosas” de los poderes Judicial y Legislativo, así como del órgano electoral.
Este jueves 2 de octubre, día que sigue al banderazo de inicio de la campaña electoral, empieza a regir la prohibición legal para que el Ejecutivo, la administración descentralizada, las empresas del Estado, alcaldías y concejos municipales difundan información publicitaria.
En resolución del 20 de junio, el TSE resolvió que dicha prohibición también aplica para las plataformas digitales de todas las instituciones públicas obligadas por el 142 del Código Electoral, incluyendo sus redes sociales.
En ese cierre de la temporada de las conferencias gubernamentales, Chaves hizo su aparición en escena a las 12:49 p. m., flanqueado por su jefe de despacho, Gabriel Aguilar, y el ministro de Comunicación, Arnold Zamora.
Erguido y caminando directo al centro del escenario, fue primero a saludar a los ministros presentes, todos hombres, empezando por Gerald Campos, de Justicia; William Rodríguez, de Turismo; Franz Tattenbach, de Ambiente; Mario Zamora, de Seguridad, y Arnoldo André, de Relaciones Internacionales, con quien se detuvo e intercambió varios comentarios, pues ambos estuvieron más temprano, en el TSE, durante el banderazo de la campaña.
Más tarde, en la conferencia, y en medio de sus ataques hacia el órgano electoral, Chaves dijo que había sido muy educado y respetuoso durante la sesión solemne en el Tribunal, pese a su confrontación directa con Eugenia Zamora, magistrada presidenta.
“Me porté respetuosamente, pero no me voy a quedar callado”, dijo en Zapote, al mediodía, frente a los medios de comunicación presentes que, según él consideró, eran más que en las anteriores conferencias de prensa.
Solamente estuvieron allí tres de los creadores de contenido para Tiktok que usualmente asistían a las conferencias previas al Consejo de Gobierno; una de ellas, ataviada con un sombrero con motivos felinos, y quien presionaba la pantalla constantemente para aumentar el número de likes de su transmisión.
Últimos ataques a enemigos políticos
La lista de los enemigos políticos que mencionó Chaves, ceñido al guion del programa gubernamental, fue la misma: desde los diputados del Partido Liberación Nacional (PLN), que este martes sepultaron el proyecto para autorizar la colocación de títulos valores en el mercado internacional, conocidos como eurobonos, hasta los jueces, magistrados y el fiscal general, Carlo Díaz, todos del Poder Judicial.
En el capítulo de ataque a los medios de comunicación, no dejó de mencionar a CRHoy y su propietario, el banquero Leonel Baruch, máxime a la luz del retiro de la visa estadounidense que sufrió el empresario. En los ataques que le dirigió a Chaves por esa causa, lo culpó de la decisión del gobierno del presidente Donald Trump.
Tampoco se olvidó de Televisora de Costa Rica, compañía a la que enfiló sus dardos por el pago que se hace del uso del espectro radioeléctrico y la negativa parlamentaria para que avance un proyecto que reforme esos cobros al alza, según los deseos de la Casa Presidencial.
Las referencias a medios como el Semanario Universidad y La Nación no faltaron en la sección donde la Presidencia asegura desmentir publicaciones o afirmaciones de medios y actores políticos, aunque se ahorró la mención sobre personas específicas.
‘Es un día de suspiros’
En el capítulo que dedicó a la prohibición electoral que le aplica a él, como a todos los presidentes que lo antecedieron, Rodrigo Chaves criticó que, desde Óscar Arias hasta Carlos Alvarado, hubieran hecho publicaciones en las redes de la Presidencia de la República, a vista y paciencia del TSE.
Cuestionó que el órgano electoral le aplique a él criterios de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que surgieron del manejo de la publicidad estatal en países como Venezuela y Nicaragua, donde sus presidentes eran candidatos a la reelección.
Pese a la existencia de un movimiento chavista, plenamente identificado, cuya candidata presidencial, Laura Fernández, es una de las exministras más cercanas al mandatario, Chaves dijo: “Nosotros no somos un grupo político, somos funcionarios públicos”.
De hecho, la oferta de Fernández a los votantes es ser la continuidad del gobierno actual, junto con la promesa de nombrar al presidente de la República como uno de sus futuros ministros del gabinete.
En medio de exclamaciones de dolor y de constantes referencias de sus colaboradores a la “última conferencia de prensa”, al último saludo al pueblo o al último periodo de preguntas de los periodistas, a Chaves se le escapó decir también que este miércoles fue “un día de suspiros”, pues cada vez que arremetía nuevamente contra algún personaje político, tomaba aire y lo soltaba, para empezar de nuevo.
El presidente llegó a comparar el TSE con la segunda esposa de Julio César, Pompeya, a quien el general romano repudió por una sospecha infundada de infidelidad, diciendo que “la mujer de César no solo debe ser correcta, sino también parecerlo”.
Según Chaves, la decisión de aplicar una veda electoral a su gobierno, incluyendo publicaciones en redes sociales, es una mancha para un Tribunal Supremo de Elecciones “que era inmaculado” y al que cuestionó, porque adujo que están bajo control “de los hermanos Arias”, en referencia al presidente de la Asamblea, Rodrigo Arias, y su hermano Óscar, dos veces presidente de la República (1986-1990; 2006-2010).
“No voy a tomar acciones. Me porté respetuosamente, pero no me voy a quedar callado. Voy a seguir honrando la promesa de darle resultados al pueblo”, dijo.
Además, Chaves azuzó a sus seguidores, a través de las pantallas a las que se dirigía, pidiéndoles hacer caso a Eugenia Zamora, quien más temprano llamó a los electores a opinar en redes sociales e ir a votar el primer domingo de febrero.
Cuando se apagaron los reflectores y dio su último saludo a las cámaras, poco antes de las 3 p. m., Chaves aceptó acercarse a una ciudadana de Curubandé (comunidad de Guanacaste), que asistió como prensa este miércoles, y quien le rogó al mandatario que vaya a su pueblo a inaugurar obras, a lo que Chaves respondió con sonrisas, abrazos y “un beso”.
