La pugna electoral ya se vive a lo interno de la Asamblea Legislativa. Cuatro diputados han oficializado sus aspiraciones a la presidencia de la República, uno busca la segunda vicepresidencia y 36 asesores o funcionarios legislativos se perfilan como candidatos a diputados en los comicios nacionales del 2026.
Los legisladores que aspiran a llegar a Casa Presidencial son Luz Mary Alpízar, del Partido Progreso Social Democrático (PPSD); Fabricio Alvarado, del Partido Nueva República (PNR); Eliécer Feinzaig, del Partido Liberal Progresista (PLP) y Ariel Robles, del Frente Amplio (FA).

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Por su parte, el diputado independiente Luis Diego Vargas se postuló a la segunda vicepresidencia de la República con el partido Unidos Podemos (UP), cuya candidata presidencial es Natalia Díaz, exministra de la Presidencia de Rodrigo Chaves.
La alta concentración de candidaturas en un órgano político por excelencia como es el Congreso no dejará de tener consecuencias en el funcionamiento del legislativo hasta el cierre del ciclo electoral.
¿Quiénes son?
Una revisión hecha por La Nación de las listas de aquellos partidos que han ratificado a sus postulantes, identificó que el Partido Nueva República aglutina la mayor cantidad de asesores legislativos que aspiran a ocupar una curul, con 14. De estos, tres ocupan un puesto de suplencia.
Asimismo, la agrupación fabricista lleva en el primer lugar de su papeleta por San José al subgerente del Departamento de Participación Ciudadana del Congreso, César Zúñiga.
La nómina diputadil fabricista también incorpora en el segundo lugar por la provincia de Cartago a Valeria Campos Quesada, quien aparece en los registros de la Asamblea Legislativa destacada en el despacho de la legisladora independiente Gloria Navas.
El Frente Amplio y el Liberal Progresista, cada uno, cuentan en sus filas con seis asesores que aspiran a una diputación. Mientras que el grupo de diputados chavistas del PPSD, liderado por Pilar Cisneros, tiene a cuatro de sus asesores en la fórmula legislativa de Pueblo Soberano (PPSO).
Por su parte, en el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) figuran tres asesores de fracción entre los aspirantes a diputados, así como un asesor adscrito a la Presidencia del Congreso.

Los datos fueron obtenidos al contrastar las nóminas ya ratificadas, con el registro de funcionarios disponible en la página web de la Asamblea Legislativa y la lista de asesores de cada una de las bancadas, la cual fue remitida por la Gerencia General del Congreso a solicitud de este diario.
En el Congreso también convergen dos legisladores que fungen como jefe y subjefe de las campañas presidenciales de sus respectivos partidos políticos. Se trata del frenteamplista Antonio Ortega y del verdiblanco Óscar Izquierdo, este último es además el jefe de la fracción del Partido Liberación Nacional (PLN).
Al contrario, la diputada oficialista Pilar Cisneros renunció a la coordinación de estrategia política y comunicación de la campaña presidencial de Laura Fernández, del partido Pueblo Soberano. No obstante, afirmó que acompañará a la aspirante en actos proselitistas, según lo permita su agenda.
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Posibles repercusiones
La participación de diputados como candidatos presidenciales y de asesores legislativos como aspirantes a diputaciones evidencia que los partidos políticos no están formando cuadros propios ni muestran interés en hacerlo, según el politólogo Daniel Calvo.
Ante esa carencia, las agrupaciones recurren al personal más accesible para llenar las nóminas, que en muchos casos son asesores legislativos.
Dicha situación también pone en evidencia el fenómeno de las “puertas giratorias”, donde asesores escalan a cargos de elección popular. La Asamblea Legislativa se ha convertido en la principal vitrina política y mediática de Costa Rica, lo que lleva a muchos legisladores a aprovechar esa exposición para postularse a la presidencia.
Es altamente posible que la participación electoral de legisladores y asesores termine por producir una afectación en la dinámica del Congreso.
“Todas las decisiones que se tomen en la Asamblea Legislativa ahora se harán con calculadora en mano, es decir, con cálculos políticos de si esto es conveniente o no, y diría que también va a retrasar o postergar indefinidamente la aprobación de proyectos de ley de alto costo político”, afirmó Calvo.
El primer atisbo
Al calor de la pugna electoral es de esperar que las agrupaciones traten de diferenciarse del gobierno y del resto de partidos que participarán en los comicios, especialmente aquellos con representación legislativa.
“El control político se va a exacerbar notoriamente, mediante discursos atacando a otros diputados, la creación de más comisiones de investigación sobre el tema que esté de moda en la coyuntura política, y eso va repercutiendo en el plenario y las comisiones”, anotó el politólogo.
El primer atisbo de esto ocurrió el pasado 21 de agosto, en el periodo de control político del plenario. El diputado fabricista David Sibaja proyectó un video en el que se comparaban unas declaraciones que Ariel Robles dio a Diario Extra, en calidad de candidato a la presidencia, con unas manifestaciones del fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez.
Sibaja cuestionó que Robles asegurara al sector privado que no habría persecución empresarial bajo un eventual gobierno suyo. El frenteamplista Jonathan Acuña rechazó la comparación y defendió a su bancada citando proyectos a favor del sector privado, como la rebaja del impuesto sobre la renta a trabajadores independientes y la extensión de beneficios fiscales para micro y pequeñas empresas (mipymes).
¿El Congreso como ring electoral?
La Nación consultó a las candidaturas presidenciales si prevén que el Congreso se convierta en el primer ring de la lucha electoral.
Al respecto, Luz Mary Alpízar afirmó estar en desacuerdo con que el plenario se utilice como espacio de debate entre candidaturas, y que por eso utilizará su tiempo “para abordar temas que afectan al costarricense como la educación, la salud y los derechos de grupos históricamente discriminados”.
“Antes de ser candidatos somos diputados y asumimos la responsabilidad de plantear proyectos y generar leyes para mejorar Costa Rica”, agregó.
Fabricio Alvarado aseguró que la dinámica electoral ha permeado la labor parlamentaria durante los tres años y medio del actual periodo, debido a la separación de los comicios municipales y nacionales.
“Pasamos en constante campaña electoral”, aseveró, al tiempo que señaló la necesidad de unificar ambos procesos.
Por su parte, Eliécer Feinzaig declaró: En “tres años y medio que llevamos en la curul, son contadas las veces que se han presentado debates vigorosos y profundos entre diputados. Más bien, se buscan mecanismos para evadir el debate. Dudo seriamente que la campaña electoral vaya a cambiar esa triste realidad”.
Mientras que Ariel Robles señaló que, aunque la Asamblea es un órgano político, la dinámica electoral “no debería interferir en la construcción de grandes acuerdos nacionales”. Como ejemplo, citó los créditos que se encuentran en trámite legislativo y subrayó la importancia de evitar que su discusión se politice, ya que esos recursos serán fundamentales para el gobierno que resulte electo.
“La mejor esencia de que un candidato puede gobernar este país es demostrar en esta Asamblea que puede construir diálogos con personas de diferentes sectores”, destacó.
El riesgo de que todos salgan perdiendo

El jefe de campaña del FA, Antonio Ortega, indicó que debería pesar más que el cálculo electoral, el impulsar proyectos que son de interés de las bancadas y los propios diputados. Advirtió de que si el ánimo se pone más crispado "puede haber un fuego cruzado donde no se pueda avanzar con ninguna iniciativa".
Aclaró que bajo esta situación “saldrían perdiendo todos los interesados”.
Óscar Izquierdo, subjefe de campaña liberacionista, destacó que la “responsabilidad principal es como diputados de la República, ese es el mandato que el pueblo nos confió“.
Dijo comprender que otros legisladores tengan aspiraciones electorales, pero consideró que en el plenario “lo que corresponde" es concentrarse en la tarea legislativa”.
Por otro lado, Pilar Cisneros aseguró que el Congreso es la cuna de las aspiraciones políticas.
“Todos sabemos en qué están y cómo influye la campaña en las decisiones de los candidatos. Yo espero que no traigan la campaña al plenario”.
“Puede ocurrir, pero tendrán que cuidarse para evitar indisponer a los rivales políticos”, agregó.
Finalmente, para Alejandro Pacheco, jefe de fracción del PUSC, “lamentablemente” es previsible que en los meses restantes se meta la campaña política en el plenario.
“Esperemos que esta vez sea la excepción y podamos avanzar con proyectos importantes por medio de acuerdos entre las fracciones”, declaró.
