El ritmo, los pasos de baile y, sobre todo, la televisión, no son ajenos para la influencer Mariana Uriarte, quien es una de las seleccionadas para deslumbrar en la pista de Mira quién baila, de Teletica.
Aunque muchos quizá ya olvidaron su rostro, ahora es una mujer de 33 años que en algún momento participó del programa más famoso de los inicios de los 2000 en nuestro país: A todo dar (ATD). Se trata de una etapa de su vida que recuerda con mucho cariño y crecimiento.
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Mariana cuenta que su madre siempre le inculcó el baile a ella y a sus dos hermanas, por lo que a sus 12 años ya era parte de una academia con la que participó en repetidas ocasiones en la Teletón. Posteriormente, por ahí del 2004, se le abrieron las puertas al reconocido programa A todo dar, entrando así al mundo del espectáculo y la farándula.

“Antes de que se terminara ATD lo empezaron a ver muchos niños. Entonces ellos dividieron el programa con el elenco de modelos grandes y el elenco de niñas pequeñas. Ahí es cuando entramos nosotros”, explicó Uriarte.
Durante el programa, Uriarte presentaba concursos y bailaba. “Estuvimos dos años. Fue una experiencia muy linda y de las más valiosas que he tenido. Nos permitió trabajar muy duro desde pequeñas y valorar el esfuerzo. También nos abrió muchísimas puertas en la televisión”, explicó.
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Luego de eso, Uriarte fue parte del elenco de Intrusos de la Farándula, donde fue jurado en el concurso de baile Los maestros del swing. Posteriormente, la misma Mariana abrió su academia en esta disciplina y estudió su carrera de Educación Especial.
A los 18 años decidió que ya no quería nada con el baile, se casó y llegó su hija, de quien no quería separarse. Además, hace ocho años nació Karamawi, su marca de maquillaje que la llevó a estar hoy en Mira quién baila.

Un reto inesperado pero con significado
Según Uriarte, la nueva aventura de Mira quién baila empezó cuando la producción del programa le pidió al público que postulara a los participantes.
“Gracias a mi negocio, he creado una comunidad de mujeres muy grande, y sin que yo lo supiera, ellas empezaron a postularme”, comentó.
“Al principio me dio risa y no le di importancia, pero luego de dos semanas salí como la persona más postulada. Creo que el apoyo de la gente fue la razón principal por la que acepté. Pensé, ‘si ellas quieren verme bailar, las voy a complacer’”, agregó.
Así las cosas, Mariana Uriarte deberá desempolvar sus pasos de baile tras de 15 años de haber dejado la pista profesional.
“La verdad solo bailo en las fiestas familiares. De hecho, a mi familia nos conocen en redes sociales como “la familia Peluche”, porque somos muy fiesteros. Además, de vez en cuando voy a un concierto con mi esposo, porque a los dos nos gusta bailar”, explicó Uriarte, quien prefiere ritmos como bachata, el merengue, la salsa y el bolero.
En el plano profesional, Uriarte se desarrolla como empresaria con su línea de maquillaje, productos de skincare y tienda de ropa.
A Mariana no le gusta que se le llame estrella o famosa, como se les denomina a los participantes en estos formatos, sino que se describe como una empresaria que trabaja todos los días por hacer crecer su negocio y ayudar a las mujeres.
La oportunidad de volver a una pista de baile logró provocar alegría en su vida y la de su familia, especialmente en un año que no ha sido tan fácil. Su papá, Juan Carlos Uriarte, fue diagnosticado con cáncer de próstata y ha estado recibiendo radioterapia como tratamiento; sin embargo; eso no ha detenido el apoyo a su hija.
“El programa ha llegado en un momento muy bueno, porque mi papá, quien casi ni le pone cabeza a sus tratamientos de radioterapia, se emociona con cada nuevo detalle del programa. Me pone mensajes preguntando: ‘hija, ¿cuándo empieza y con quién va a bailar?’. Nos ha servido para reírnos; él está superfeliz, porque la radioterapia termina el 4 de setiembre”, afirmó Uriarte.

La esperanza que mantiene Mariana y su familia es que su padre toque la famosa campana de vencimiento del cáncer el día 4, y tan solo 10 días después, el 14 de setiembre, este sentado en primera fila viendo a su hija debutar en la primera gala de Mira quién baila.
Tenerlo ahí significa para Mariana algo muy especial. “Sería el símbolo de que hay un Dios que existe y que siempre está con uno. Va a ser el fruto de todas las oraciones que mi familia y yo hemos hecho. Sé que mi papá va a tocar esa campana en su tratamiento y que su salud será una oración respondida”, dijo.
Sobre sus expectativas personales al competir en Mira quién baila, Uriarte fue enfática: “No vengo a mostrar perfección, sino a mostrarme tal como soy: con mis miedos, mis nervios y mi valentía. Siento que voy a representar a todas las mujeres que luchan con sus inseguridades y que siguen adelante con fuerza y amor”, finalizó.

