
El exmagistrado de la Sala III, Celso Gamboa Sánchez, habría utilizado sus conexiones dentro del gobierno para vender información de investigaciones sobre narcotráfico a los grupos que eran perseguidos en esas mismas pesquisas, según informó este lunes la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
“Gamboa utilizó su extensa red de contactos dentro del gobierno para obtener información sobre las investigaciones antinarcóticos en curso. Posteriormente, vendió esta información a los objetivos de dichas investigaciones.
“Gamboa colaboró con narcotraficantes en todo Costa Rica, sobornando a policías y funcionarios gubernamentales para facilitar el transporte de cocaína. Trabajó con numerosos narcotraficantes en Costa Rica”, incluyendo a Gilbert Bell Fernández, alias Macho Coca; Alejandro Antonio James Wilson, alias Turesky; Alejandro Arias Monge, alias Diablo y Edwin Daney López Vega, conocido como Pecho de Rata, agrega el reporte del OFAC.
Esta información está contenida en un extenso reporte publicado este lunes en el sitio web del Departamento del Tesoro, en la que se anuncia que el ex viceministro Celso Gamboa; James Wilson, Arias Monge, y López Vega figuran en una lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros, por su posible participación en narcotráfico y lavado de dinero.
Además, se incluyó en dicho listado a la empresa Bufete Celso Gamboa & Asociados, así como al equipo Limón Black Star FC.
De acuerdo con Randall Zúñiga, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), como resultado, todos los activos (propiedades, cuentas y vehículos) de las personas mencionadas quedaron bloqueados en EE. UU. Asimismo, las personas y organizaciones costarricenses que tengan relación con ellas se ven expuestas al comiso o bloqueo de sus activos.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) es una agencia de control financiero que pertenece al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Su principal objetivo es hacer cumplir las sanciones económicas impuestas derivadas de los objetivos de seguridad nacional y la política exterior estadounidense.
La OFAC opera bajo la Oficina de Terrorismo e Inteligencia Financiera y está integrada por asesores de inteligencia y abogados. Una de sus herramientas más importantes es la Lista de Nacionales Especialmente Designados (SDN), una publicación que identifica a personas, empresas, embarcaciones y otras entidades sujetas a las sanciones de Estados Unidos.
Estas sanciones pueden incluir el congelamiento de activos y la prohibición de realizar transacciones con las personas o entidades que se encuentran en la lista.
En el reporte del Departamento del Tesoro se afirma que “Costa Rica, un importante centro mundial de transbordo de cocaína, se ha convertido en un punto de paso cada vez más importante para los grupos criminales que trafican cocaína a Estados Unidos”.

¿Quiénes son los otros señalados?
Alejandro Antonio James Wilson, alias Turesky, es señalado por la Policía Judicial como líder de un supuesto grupo sospechoso de narcotráfico y lavado de dinero, desmantelado el 25 de mayo de 2021, el cual accedió a la oficina del exdiputado Óscar Cascante (Partido Unidad Social Cristiana), en busca de apoyo para otras actividades económicas, como proyectos de vivienda social y un plan hotelero en Limón.
En su anuncio este lunes, la OFAC indicó que James Wilson (alias Turesky), “en estrecha colaboración con Gamboa”, utilizaba a policías y funcionarios portuarios corruptos para contrabandear cocaína desde Colombia hacia los Estados Unidos y Europa. Turesky y otros sospechosos de su grupo están libres, a la espera de un juicio por esta causa.
Por otra parte, en abril, el Gobierno de Estados Unidos, anunció una recompensa de $500.000 (unos ¢250 millones) por Alejandro Arias Monge, alias Diablo, a quien ese gobierno atribuye ser líder de una violenta organización criminal transnacional y el fugitivo más buscado de Costa Rica.
El exconvicto Edwin López Vega fue detenido en junio con fines de extradición a Estados Unidos, por presunto narcotráfico internacional, según la Administración de Control de Drogas (DEA).
Sobre López, la OFAC aseguró que es un “narcotraficante radicado en Limón, que es el único proveedor conocido de suministro de Arias y trabaja con James y Gamboa para traficar cocaína a través de Costa Rica. López y Gamboa también colaboran para blanquear dinero del narcotráfico”.
Por su parte, el pasado 8 de marzo, a Gilbert Bell Fernández, alias Macho Coca se le impusieron seis meses más de prisión preventiva, mientras avanza una causa en su contra por los aparentes delitos de robo y transporte ilegal de combustible en Limón.
Bell fue detenido el 11 de octubre del 2024, tras nueve allanamientos en cuatro predios, un hotel y varias casas en Moín, Cocos y playa Bonita, en la provincia caribeña. El caso denominado “Petro Coca” se comenzó a investigar después de una denuncia presentada por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
Anteriormente, en noviembre del 2023, la OFAC había señalado a Gilbert Hernán de los Ángeles Bell Fernández como uno de los más grandes traficantes de droga de Costa Rica, conocido, dice, por la violencia con la que opera.
Todos los designados por la OFAC están siendo sancionados bajo la Orden Ejecutiva 14059, que se enfoca en personas y entidades que contribuyen significativamente a la proliferación de drogas ilícitas.
Como resultado, quedan bloqueados todos los activos de los individuos y entidades mencionadas que se encuentren en los Estados Unidos o bajo el control de personas estadounidenses.
Además, se prohíbe cualquier tipo de transacción con ellos, lo que busca cortar sus lazos con el sistema financiero estadounidense y desmantelar su capacidad para operar.
Diablo evadió la justicia utilizando información de contactos de Celso Gamboa
Otro de los datos consignados en el reporte del Departamento del Tesoro indica que Alejandro Arias Monge, “utilizando información de los contactos gubernamentales de Gamboa” ha podido evadir los operativos que procuran su captura.
Las autoridades le atribuyen a Diablo el liderazgo de una violenta organización criminal transnacional, dedicada al narcotráfico, sicariato y, en sus orígenes, al robo de ganado y la sospecha del asalto a un camión remesero.
La captura de este escurridizo cabecilla ha resultado una odisea para las autoridades policiales, quienes intentan seguir sus pasos desde octubre del 2016, cuando salió de prisión preventiva como sospechoso del delito de homicidio.
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Diablo, en apariencia, se esconde en zonas de difícil acceso cerca de la frontera con Nicaragua o incluso en territorio pinolero.
En 2022, el exministro de Seguridad Pública Jorge Torres afirmó que este criminal ha llegado a penetrar incluso los cuerpos policiales para evadir su arresto.
Sobre la posibilidad de capturarlo, el entonces ministro indicó que era posible, pero que se requería un trabajo de inteligencia y un equipo reducido de personas con acceso a la información, para así minimizar las fugas de datos y operativos.
“Sabemos que se ha metido la corrupción y cuando la Policía se está moviendo ya él sabe, entonces tenemos que verlo con inteligencia, tenemos que verlo diferente y no puede estar involucrado todo el mundo”, manifestó.
Una de las evidencias de su infiltración en las autoridades ocurrió en 2019, cuando fue capturado un colaborador suyo junto a un agente del OIJ, quien posteriormente fue despedido por fuga de información.
Michael Soto, subdirector del OIJ, también admitió en mayo que la corrupción ha dificultado la captura. “Hay problemas en todos los cuerpos policiales del país, y eso hay que decirlo como es”, afirmó.
De acuerdo con la DEA, Arias ha conspirado para transportar cargamentos de cientos de kilogramos de cocaína procedentes de Colombia.
“La cocaína se contrabandea posteriormente a través de Costa Rica, Honduras y Guatemala hasta México, con destino final a Estados Unidos”, citaba el comunicado en el que se anunció la recompensa para quien de pistas de su paradero.
En setiembre del 2020, se difundieron audios donde una voz, supuestamente de Diablo, ofrecía hasta ¢5 millones por cada policía asesinado. Las autoridades lanzaron operativos para capturarlo, sin éxito.
Colaboró en esta información Vanessa Loaiza.

