
Los montos anuales negociados en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex) entre el 2023 y el 2025 se duplicaron frente a la tendencia de años previos. Esto ocurre mientras el precio del dólar continúa a la baja y, este año, alcanzando mínimos similares al valor de la divisa hace casi dos décadas.
Desde el 2023, el monto anual transado en este mercado superó de forma constante los $9.000 millones, lo que configuró tres años consecutivos por encima de ese umbral. El promedio de ese período llegó a $9.616 millones.
En el 2023 se registraron $10.213 millones (la cifra más alta desde que hay registros); en el 2024, $9.578 millones, y al 24 de diciembre del 2025 la cifra alcanzaba $9.058 millones.
Este comportamiento contrasta con el promedio del periodo de 2008-2022, de $4.067 millones, pues duplica lo negociado anualmente. En este lapso, las cifras anuales que se transaron oscilaron entre los $2.852 millones y los $6.213 millones de 2022, con una mayoría en torno a los $4.000 millones.
Róger Madrigal, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), atribuyó el mayor flujo de divisas en el Monex al incremento del pago de planillas en dólares impulsado por la inversión extranjera directa (IED), especialmente en servicios.
“Al tener empresas de servicios, se aumenta el pago de planillas en dólares, entonces hay un flujo constante en la economía, hasta que se haga algún arreglo para ver cómo pagan. Este es un vínculo de la economía costarricense de manera creciente con la economía a nivel internacional”, afirmó.
Gerardo Rojas, director de Tesorería del Banco Nacional, aseguró que el crecimiento de sectores económicos vinculados al exterior, junto con un aumento de exportaciones y turismo, también fortalece el flujo de divisas en el país.
Johnny Monge, director financiero del Banco Popular, agregó que la entrada de recursos por financiamiento externo del sector público y el diferencial de las tasas de interés, que incentivó la permanencia de capitales en colones, incrementó la disponibilidad de dólares en el sistema financiero.
Madrigal destacó además que la abundancia de divisas refleja la reducción del déficit de cuenta corriente, en medio de un mayor impulso en la llegada de dólares por factores como la IED.
“Ese déficit de cuenta corriente fue haciéndose más pequeño y los ingresos por IED han quedado más o menos igual, entonces empezó a ‘sobrar plata’, empezó a haber exceso”, manifestó Madrigal.
El jerarca del BCCR destacó que la tendencia podría cambiar, aunque reconoció que esto ha influenciado el exceso de divisas, la acumulación significativa de reservas monetarias y una presión a la baja sobre el tipo de cambio.
Esta mayor abundancia de divisas ha presionado el tipo de cambio del dólar respecto al colón a la baja, tocando valores mínimos en dos décadas en el año. Desde 2015, el Banco Central adoptó un esquema cambiario de flotación administrada.
Bajo ese régimen, el precio es determinado por las fuerzas del mercado, es decir, por la oferta y la demanda. El BCCR puede intervenir para evitar movimientos abruptos en el precio, así como para adquirir divisas para sus reservas y el sector público no bancario.
Compras del BCCR
En este contexto, el Banco Central mantiene una participación determinante como comprador de dólares para fortalecer sus reservas y abastecer al sector público no bancario (SPNB).
De los $28.849 millones negociados en Monex entre 2023 y 2025, el emisor adquirió $18.107 millones: $13.241 millones se dirigieron al sector público y $4.866 millones reforzaron las reservas monetarias.
En total, el Banco Central absorbió el 62,8% de las divisas transadas en el período. El 2023 fue el año de mayor participación por parte del emisor, con compras por $6.800 millones.
Las compras del Banco Central también buscan evitar una mayor caída en el precio de la divisa, debido a que ejercen una presión de demanda en el mercado cambiario, donde el tipo de cambio se determina por las fuerzas del mercado.
Impacto en la banca
La mayor abundancia de dólares en Monex se refleja en las ventanillas cambiarias de los intermediarios financieros, donde la mayoría reporta superávit: los clientes venden más dólares de los que compran. El flujo por esta vía también creció de forma marcada en los últimos años.
Rojas manifestó que la abundancia de dólares no ha tenido un impacto relevante en la gestión de Tesorería del Banco Nacional debido a que mantienen una posición neutra en moneda extranjera. Los excedentes provenientes de clientes se canalizan hacia el Monex.
“El Banco no ha experimentado cambios importantes en su gestión de Tesorería ni en su estrategia de captación y colocación, únicamente se mantiene una participación activa en el Monex para canalizar los excedentes de las ventanillas”, dijo Rojas.
El funcionario del Banco Nacional destacó que la entidad tiene una mayor participación en Monex debido a la mayor entrada de dólares en ventanilla. Las ventas han registrado un aumento superior al 50% en comparación a niveles prepandémicos.
El Banco de Costa Rica (BCR) sostuvo que su posición en moneda extranjera permanece relativamente estable durante el año, independientemente del volumen de divisas en las ventanillas que reciban.
El BCR agregó que una mayor oferta de dólares favorece negocios de intermediación cambiaria con clientes, aunque el fenómeno no altera su estrategia de captación ni de crédito.
La entidad destacó que su participación en Monex no necesariamente aumentó, ya que la abundancia de dólares la han canalizado para satisfacer la demanda de clientes internos. La participación en el Monex responde únicamente a necesidades puntuales de gestión de excesos de divisas, precisó el banco público.
Por su parte, el director Financiero del Banco Popular afirmó que la mayor disponibilidad de dólares fortaleció su posición de liquidez en moneda extranjera y permitió una gestión más activa del riesgo cambiario.
Sin embargo, Monge aseguró que esta dinámica no ha implicado cambios estructurales en las estrategias de tesorería o colocación crediticia del BP. “Estas continúan respondiendo al modelo de negocio institucional, criterios técnicos y al marco prudencial que privilegia la estabilidad”, agregó.
Tampoco se ha producido un cambio significativo en la participación del Popular en el Monex, ya que su modelo de negocio no está centrado en operaciones intensivas en moneda extranjera.
Precio a la baja
En este 2025, el tipo de cambio del dólar continuó con una tendencia a la baja que viene arrastrándose desde mediados de 2022. Este año, el valor del dólar alcanzó niveles no vistos en casi 20 años.
El 24 de diciembre el tipo de cambio cerró en ¢497,98 en Monex, ¢10,66 por debajo de los ¢508,64 registrados en la misma fecha del 2024. La última ocasión en la cual estuvo por encima de ¢500 fue el 10 de diciembre.
En lo que va del año, el promedio ponderado ha oscilado entre ¢488,06 —su nivel más bajo del 2025— y ¢511,43. Frente a esta dinámica, cámaras y empresarios han advertido impactos sobre la economía nacional, entre ellos la postergación de inversiones y la revisión de planes para generar empleo formal.
