En un año con menos turistas internacionales en Costa Rica, las llegadas desde 25 países aumentaron entre enero y octubre de este año, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Aunque estos países registraron más llegadas, ese incremento no compensa las caídas en mercados clave y de mayor peso, como Estados Unidos, Canadá, México y naciones europeas, entre ellas Alemania y Francia.
En general, las llegadas internacionales por todas las vías disminuyeron 1,8% a octubre, frente al mismo periodo del 2024. El país contabilizó 2.349.461 visitantes, por debajo de los 2.392.531 del año previo.
Sin embargo, los aumentos en estos mercados —que no forman parte de los principales emisores— han evitado que la crisis del turismo sea todavía mayor, al aportar 25.644 visitantes adicionales respecto al 2024.
Uno de los países con mayor crecimiento en la llegada de viajeros fue Argentina. En 2024 registró 23.028 turistas y en el mismo periodo del 2025 sumó 30.147, para un aumento de 7.119 personas y una variación del 30,9%, según datos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
El segundo país fue Brasil, que reportó un crecimiento del 25%: en 2024 registró 16.589 turistas y en 2025 alcanzó 20.729, lo que representa 4.140 llegadas adicionales en el país.
Ese aumento podría relacionarse con el vuelo directo operado por Gol Linhas Aéreas entre San José y São Paulo durante casi todo este 2025. Esa ruta era la única sin escalas hacia Brasil. No obstante, la aerolínea suspendió la ruta este sábado 29 de noviembre.
En tercer lugar se ubicó Honduras, que pasó de 14.535 turistas entre enero y octubre del 2024 a 18.483 en el mismo periodo del 2025. El incremento fue de 3.948 personas, una variación interanual del 27,2%.
También aumentaron las llegadas desde países como Israel, Colombia y China. En estas tres naciones, los incrementos nominales oscilaron entre 1.034 y 2.691 personas, es decir, en los seis primeros países el aumento fue por encima de 1.000 turistas.
De los 25 países con aumentos en las llegadas, 19 registraron incrementos inferiores a 1.000 visitantes. En Bermuda, por ejemplo, el crecimiento fue de un turista, al pasar de 54 a 55 llegadas.
Otros casos, como Perú y Ecuador, mostraron crecimientos importantes sin superar los 1.000 viajeros: 738 y 658 visitantes más, respectivamente.
La información corresponde al periodo de enero a octubre de cada año e incluye todas las vías de ingreso a Costa Rica, aunque la principal fuente es la llegada aérea. El orden responde al crecimiento nominal.
Sector en apuros
El turismo en Costa Rica enfrenta retos crecientes, no solo por la apreciación del colón respecto al dólar y la caída en la visitación, sino también por la crisis de inseguridad que afecta al país.
En plena temporada alta, la Embajada de Estados Unidos en Costa Rica emitió una alerta de seguridad para turistas y residentes ante los delitos cometidos en nuestro territorio contra personas extranjeras.
Desde Estados Unidos, principal mercado emisor de turistas hacia Costa Rica, ingresaron 1.326.830 personas a octubre, equivalente al 56,4% del total de visitantes extranjeros en lo que va del año. La cifra representa una disminución del 1,9% respecto al mismo periodo del 2024.
Desde Canadá, segundo mercado en importancia aunque con un peso muy inferior al estadounidense, ingresaron 202.628 visitantes, una caída del 4,1% frente al año anterior.
Ambos mercados son claves para Costa Rica, ya que concentraron 65% de los 2.349.461 turistas que el país recibió entre enero y octubre, es decir, 1.529.458 personas, según el ICT.
Este sector también perdió 22.170 puestos de trabajo en el último año, al pasar de 189.093 personas ocupadas en el tercer trimestre del 2024 a 166.923 en el mismo periodo del 2025, producto de la menor visitación.
De acuerdo con el informe Costa Rica: Balance económico y social 2025 y desafíos para la próxima administración, elaborado por el Observatorio Económico y Social de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA), el turismo genera una gran cantidad de empleo en el país.
Muchas de estas plazas las ocupan personas con bajo nivel educativo, lo que dificulta su incorporación a otras actividades económicas más dinámicas, como las de la industria manufacturera.
