
En los últimos tiempos, Costa Rica ha sido el destino de muchos influencers o youtubers internacionales famosos que se han encargado de mostrarle al mundo las bellezas y bondades de nuestro país; aunque también hay otros que se han quejado de detalles como el costo de la vida e incluso de la gentrificación.
Sin embargo, el reto que se impuso el creador de contenido venezolano conocido como Fogonix, se fue al límite.
El joven, quien ha visitado nuestro país en varias ocasiones, se propuso pasar un día en San José con tan solo ¢2.500 para gastar. ¿Lo logró?
“¿Será que ¢2.500 al día pueden ser suficientes para que una persona lleve su vida normal: desayune, almuerce, cene, camine por la ciudad, haga su día a día de manera convencional o te quedarás realmente corto?”, fue la premisa con la que inició su video.
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Su idea era gastar ¢750 en el desayuno, ¢1.000 para el almuerzo y ¢750 para la cena. Aclaró que su reto no era buscar comida rápida (menos McDonald’s, ya que afirmó que los de Costa Rica son los segundos más caros de Latinoamérica), ni tampoco comida especial o típica, sino lo que pudiera comprar con el presupuesto que tenía.
El plan de gastar solo ¢2.500 para sobrevivir en Costa Rica
Con el plan establecido Fogonix comenzó su travesía.
Lo primero que hizo fue caminar por el centro de San José para buscar dónde desayunar. Entró a una panadería donde se topó con que tres bollos de pan grandes valían ¢1.000, pero optó por otra panadería en la que compró tres bonetes por ¢175 cada uno, para un total de ¢525. Todavía le sobraban ¢225 para una bebida, pero no logró conseguir ninguna por ese precio.
El vuelto lo sumó al presupuesto para el almuerzo. Se interesó en un casado con refresco en el Barrio Chino; sin embargo, por ¢3.300 no pudo comprarlo.
Más adelante vio a un señor vendiendo perros calientes por ¢1.000 y en otro lugar los slices de pizza costaban ¢1.000. Eran opciones para evaluar en qué invertir los ¢1.975 que le restaban en el bolsillo.
Se dio un paseo por el Mercado Central y luego por el Mercado Borbón buscando dónde almorzar. En el segundo mercado josefino encontró una soda donde los casados tienen un precio de ¢1.000.
El platillo que compró tenía arroz, frijoles negros, macarrones, ensalada de repollo y una pieza de pollo en salsa y fresco de avena. Nada mal para apenas “un rojito”.
“¡Buen pollo! ¡El pollo está muy bueno! Para los estándares de Costa Rica es muy barato”, dijo.
Solo ¢975 para la comida, ¿lo logró?
“Nos quedan ¢975 para la cena. Esto es una victoria rotunda y absoluta”, comentó orgulloso el influencer.
Siguió su camino por San José hasta toparse con una soda en la que ofrecían plátanos maduros con queso por ¢1.400, algo fuera de su alcance. Más adelante encontró otras ofertas: pieza de pollo frito a ¢700, taco chino a ¢750, papas fritas a ¢700. Pero faltaba una opción más y fue un restaurante de hamburguesas donde le dijeron que todo vale ¢500; sin embargo, no era verdad.

Al final consiguió una trenza de pan con piña, jamón y queso (según dijo, al estilo hawaiano) por ¢800. Tomó un vaso con agua que le regalaron.
Al final del día comió lo que pudo y terminó con un saldo a favor de ¢175.
