Transcurrieron 73 días desde que decenas de oficiales de la Policía de Tránsito, en la delegación de San José, paralizaron labores y protestaron por problemas de equipamiento e infraestructura en todo el país. Desde entonces, no ha habido mejoras, denuncian representantes sindicales consultados por La Nación.
En el plantón, realizado los días 29 y 30 de mayo, los oficiales exigieron cambios en sus condiciones laborales, la reparación de unidades varadas, la provisión de uniformes y la destitución del director de la Policía de Tránsito, Oswaldo Miranda. Esta última petición fue rechazada en cuestión de horas, mientras que las demás demandas, según los voceros gremiales, también siguen sin avances significativos, y los cambios, si los hubo, fueron mínimos.
Además, denunciaron que, pese a que en un documento firmado entre el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), representado por la viceministra Silvia Soto, y los manifestantes se acordó que no se tomarían represalias contra los funcionarios que protestaron, sí se ejecutaron medidas en contra de algunos oficiales.
“Llegaron a notificar de Asuntos Internos a todos los compañeros que participaron en el plantón. Están incumpliendo lo que ellos mismos firmaron y nos aseguraron. Los están llamando para cuestionarlos y ver si los suspenden”, afirmó un sindicalista de la seccional CTP-MOPT y Policía de Tránsito de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), quien pidió mantenerse en el anonimato, para evitar inconvenientes en su trabajo.
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En cuanto a la delegación de Zapote, cuya infraestructura está en mal estado, el sindicalista mencionó que algunas unidades volvieron a circular y, en ocasiones, hay papel higiénico en los baños. Sin embargo, atribuyó estas mejoras a Mario Chacón, delegado de San José.
“Las unidades siguen siendo prácticamente las mismas (15, aproximadamente). Mario ha estado tratando de conseguir algunos repuestos para poner otras a funcionar, pero las unidades son las mismas”, detalló.
El día del plantón, algunos oficiales no podían salir a circular en sus vehículos porque no tenían extintor, y la solución fue quitar el extintor de otras unidades varadas para colocarlo en las que se necesitaban.
“Yo no podía sacar mi unidad, pero ya le consiguieron los triángulos y el extintor, entonces ya la puedo usar de nuevo”, contó el oficial.
Sobre la falta de uniformes, el sindicalista indicó que recientemente se entregaron dos pantalones, tres camisas y una chaqueta a los policías de San José, aunque calificó las chaquetas como “muy gruesas” y no aptas para el clima de la capital. Trascendió que se trata de remanentes de compras anteriores que permanecían en una bodega.
El funcionario también mencionó que persisten los problemas relacionados con la jornada 2x2x2 (dos días de día, dos por las tardes y dos por las noches), la cual obliga a los oficiales a retomar su turno desde donde lo dejaron, si se interrumpe por incapacidades o vacaciones.
Es decir, si un oficial se incapacitó o tomó vacaciones cuando le correspondía trabajar dos días seguidos en el turno de noche, al regresar debe completar esos dos días nocturnos.
Según el director de la Policía de Tránsito, tanto las incapacidades como las vacaciones se consideran una “pausa” en el rol de trabajo. Alegó que esta conclusión se basa en jurisprudencia de la Sala Segunda.

Soluciones ‘a medias’
Uno de los acuerdos alcanzados entre el MOPT y los oficiales que se manifestaron fue la realización de reuniones mensuales para abordar los temas urgentes. No obstante, según el oficial, solo se reúnen con algunos sindicatos, mientras que el enlace para la reunión le llega a ANEP después de que esta ya ocurrió.
El representante del sindicato destacó la urgente necesidad de mejoras en la infraestructura de algunas delegaciones. De hecho, adjuntó a este medio un video que muestra la sede de Puntarenas completamente inundada, sin que se haya brindado una solución a los oficiales afectados.
Por su parte, el sindicalista y secretario general de la Unión Nacional de Oficiales de Tránsito y Afines (Unaotraa), Joselito Ureña, aseguró que las reuniones y acercamientos con el MOPT no han dado los resultados esperados.
“Se ha solucionado a medias, porque todo sigue igual. Las patrullas y motos siguen igual, los mecánicos están saturados, y las patrullas siguen amontonadas en las delegaciones. Solo se ha hecho lo mínimo”, afirmó.
Según Ureña, solicitar un cambio de aceite, una reparación o una parte del uniforme es “todo un suplicio”, y señaló que la sobrecarga de trabajo de los policías es evidente, ya que no hay suficientes oficiales para atender la demanda. Esto se refleja en la tardanza de hasta cuatro horas para que Tránsito llegue a un accidente.
“No hay capacidad de solución”, afirmó Ureña, quien decidió dejar de participar en las reuniones con las autoridades del MOPT porque se sintió “burlado” al no ver cambios ni que se cumplan las promesas hechas en la mesa de diálogo de mayo.
Hasta el próximo año
En entrevista, Oswaldo Miranda aseguró que la mayoría de las necesidades de la Policía de Tránsito, en cuanto a uniformes, soluciones mecánicas y nuevas unidades, se solventarán hasta el 2025, con la llegada del nuevo presupuesto, que contempla ¢1.200 millones para la compra de vehículos y al menos ¢250 millones para reparaciones.
El funcionario negó rotundamente que la Policía de Tránsito tome represalias contra los funcionarios que se manifiesten por sus derechos laborales.
“No hemos elevado absolutamente nada en ese sentido. Si, por otra parte, el MOPT ha hecho algo, es otra cosa. Pero por parte de la Policía de Tránsito, no”, afirmó. “Yo soy respetuoso de los acuerdos”, añadió.
“Yo creo en el diálogo, en sentarnos a tomar acuerdos, pero también hay que ser claros que no soy un alcahueta. Una cosa es permitir malas prácticas que durante muchos años se realizaron en la Policía, y otra es que algunos se sientan incómodos por corregir esas malas prácticas”, declaró.
Uno de los sindicalistas afirmó que Miranda ordenó que cada oficial debía realizar 90 boletas por mes; sin embargo, el director policial negó esta afirmación y argumentó que, desde que asumió su cargo, existe un “teléfono chocho”, pues algunos jefes emiten órdenes y dicen que vienen desde la dirección, cuando no es así.
En cuanto a las mejoras en las delegaciones, Miranda explicó que en algunas oficinas no se pueden realizar reparaciones porque el MOPT no es el propietario, sino que están prestadas o alquiladas por otras entidades. No obstante, aseguró, sin especificar fechas o presupuesto, que también se trabaja en un “plan integral” para solucionar este tema.
“Todas las policías tenemos los mismos problemas”, afirmó. Según Miranda, arreglar las deficiencias en infraestructura es tan burocrático y lleno de procedimientos como reparar vehículos.
Aseguró que ya se trabaja en reducir el tiempo necesario para cumplir con estos procedimientos. “Con el tema de Puntarenas, tenemos un par de opciones, como mover esta delegación”, concluyó.
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